El conductor del autobús sufrió un desmayo antes del accidente

Algunos de los pasajeros del autobús se han interesado por el estado del chófer ya que coincidían con él en el trayecto de Ciutadella a Maó y le conocían. El hombre, deportista y con más de diez años de experiencia en la empresa, sufrió una indisposición que acabó provocando el accidente en el que hubo siete heridos leves. La cámara de vídeo interior del vehículo muestra como los pasajeros, de algún modo, se prepararon para el vuelco tras la contusión con la farola y la señal de tráfico anterior. El vehículo cayó a poca velocidad, en diagonal y no sufrió ningún impacto.

El autobús, con capacidad para 59 personas, el más nuevo de la flota de la empresa, con un coste de 248.000 euros más IVA, matriculado en junio, no ha sufrido daños estructurales. Cumple con el reglamento de rigidez estructural de la Unión Europea ECE R66, que es muy estricto y permite la máxima resistencia a partir de una configuración autoportante. Tiene un diseño integral de carrocería con una construcción de estructura tubular muy similar a las de los coches que compiten en las pruebas de rallies.

El autobús está siendo reparado en el taller Pons Seguí, de Es Mercadal, que tiene el servicio oficial de la marca DAF e Irizar. La empresa todavía no ha podido precisar cuando podrá volver a ponerlo en carretera debido a que las fiestas navideñas han retrasado la llegadas de varias piezas y recambios.

Las lunas laterales, la puerta delantera de los pasajeros, los espejos y una parte del techo están siendo sustituidas.

TMSA valora la rápida y efectiva actuación de los gruistas puesto que en 25 horas el autobús fue retirado del lugar donde cayó y conducido al taller pese a que la grúa tuvo que ser trasladada desde Barcelona. A su llegada a Es Mercadal y tras ser puesto en tierra, el autobús arrancó sin complicaciones, explicó el gerente de la empresa, Jaime Aliaño.