La ausencia del inventario sobre los elementos presentes en el local cuando se firmó el contrato ha resultado fundamental para que el juez del Penal de Maó, Bartomeu Mesquida, haya resuelto absolver a una mujer de 36 años, acusada de apropiación indebida y daños materiales en el bar 'Tapas', del Polígono Industrial de Alaior, que tenía arrendado al demandante.
La fiscal pedía por ambas acusaciones dos años de prisión y una indemnización de 45.485 euros aunque el juzgador ha estimado que no quedaron probadas en el juicio celebrado hace un par de semanas tras escuchar la declaración de las partes implicadas y los testigos.
La mujer había regentado el bar entre el 1 de abril de 2013 y el 17 de julio de 2014 cuando tuvo que abandonarlo por sentencia judicial ya que fue desahuciada por no pagar las mensualidades acordadas con el dueño del negocio. Este, en su denuncia, aseguró que la inquilina había causado grandes destrozos en el local antes de marcharse, de forma deliberada, y que la había visto como sacaba muebles y otros elementos por las noches en las jornadas previas a la entrega de las llaves.
La acusada negó los cargos en el juicio. Dijo que se llevó lo que había aportado añadiendo, incluso, que había abonado 6.000 euros cuando firmó el contrato, y que no había incurrido en ningún delito. Su abogada, Carmen Pecharromán, impugnó las facturas y presupuestos del material presentadas por el demandante ya que no clarificaban que correspondieran al material del bar sino a empresas anteriores del denunciante.
Entiende el juez que la investigación realizada sobre los hechos fue «caótica» con la ausencia de probatorias testificales, y que tampoco se podían valorar las inspecciones oculares de Policía Local y Guardia Civil. Recuerda que el denunciante debía haber tomado posesión del local en presencia de un actuario judicial y que al no contar con la valoración de los objetos supuestamente apropiados ni tampoco demostrar si los daños eran causados por el uso o intencionados, no se podía determinar la acusación.