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Los bomberos de Maó tuvieron que intervenir el pasado domingo para entrar por la ventana de una casa en la calle Bonaire de Maó, donde encontraron a un hombre que había fallecido al menos cuatro o cinco días atrás. Se trata de un marroquí de 39 años. Dado que la casa estaba cerrada, los bomberos tuvieron que utilizar una de sus escaleras para acceder a la vivienda.

Fue uno de sus vecinos el que dio aviso a la Policía Local, sobre la 1 de la madrugada del domingo, y esta a su vez contactó con la Policía Nacional y con el parque de bomberos de Maó. El vecino informó a la Policía Local que hacía varios días que no veía al inquilino de esa vivienda, de la que salía un hedor desagradable, y que la última vez que lo había visto le había comentado que estaba muy triste por el fallecimiento de un buen amigo, precisamente otro hombre, de nacionalidad polaca, que también fue hallado muerto el domingo, día 9 de julio, en el parque de Es Freginal.

Por otro lado, un turista de nacionalidad portuguesa, de 46 años, falleció el lunes en un hotel del Arenal d'en Castell en el que se hospedaba junto a su mujer y sus dos hijos. En principio, se trató de una muerte súbita. El hombre, al parecer, poseía antecedentes de enfermedades cardiacas, aunque la autopsia determinará si pudo tratarse de un infarto.