El acusado aceptó el acuerdo de conformidad adoptado por su abogado y el fiscal. | Gemma Andreu

TW
6

Un año en libertad vigilada y 18 meses más sometido a tratamiento psiquiátrico debido a su enfermedad mental fue la resolución, por conformidad, adoptada ayer por la mañana en los momentos previos al juicio celebrado en Ciutadella, a un hombre de entre 30 y 40 años de edad que el 16 de mayo de 2014 prendió fuego a dos contenedores de residuos y a dos vehículos que se encontraban estacionados en la Plaza de la Pau, en Ciutadella.

Su abogado, Carlos Dubón, y el fiscal pactaron el acuerdo en función de las condiciones en las que se encuentra el acusado que sigue un tratamiento contra la esquizofrenia paranoide desde que fuera el responsable de los hechos hace más de dos años. Fue esa enfermedad la que le provocó el brote psicótico cuando cometió el delito de incendio por el que se le juzgaba. El juez aceptó el acuerdo que representa, en esencia, una sentencia absolutoria en el ámbito penal para el inculpado aunque deberá abonar a las partes afectadas la responsabilidad civil por las consecuencias de su acción, en total 2.171 euros, repartidos entre el Consorci de Residus Urbans i Energía (788), el propietario del Opel Corsa (590)y el de la furgoneta Iveco (821).

El eximente de sus facultades mentales sensiblemente mermadas cuando perpetró el incendio y su actual estado, en vías de recuperación, como defendió el abogado, resultaron determinantes para que el fiscal aceptara el acuerdo final evitando la celebración del juicio que se limitó a la lectura de la sentencia pactada, aceptada por el acusado.

La pena que se solicitaba en el escrito de acusación por un delito de daños mediante incendio, ascendía a tres años de internamiento en un centro psiquiátrico.

El responsable médico que se encarga del paciente en su proceso de recuperación deberá informar cada tres meses al juzgado sobre la evolución del inculpado.

El hombre se valió de dos cócteles molotov, es decir, dos botellas de cristal impregnadas con gasolina sobre las 23 horas del día señalado para lanzarlos, uno de ellos a un contenedor que acabó propagándose a otro, y el segundo a un vehículo Opel Corsa, que se extendió a la furgoneta Iveco.

Uno de los dos contenedores quedó calcinado mientras que los dos vehículos afectados sufrieron daños considerables, de ahí la cuantía que deberá abonar para indemnizar a los propietarios afectados.