El accidente se produjo en el acantilado, a la izquierda de la bahía. | Josep Bagur Torres

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Cruz Roja, Policía Local de Ferreries, empleados de una empresa de alquiler de embarcaciones a motor y Salvamento Marítimo intervinieron ayer por la mañana en el rescate de un hombre, de nacionalidad alemana, que se hallaba herido entre unas rocas fuera de la bahía de Cala Galdana, en dirección a Cala Mitjana. El accidentado, que se encuentra ingresado en el Hospital Mateu Orfila, en estado grave, se había precipitado desde el acantilado hasta el mar cuando trataba de subir por él.

Un kayakista advirtió la presencia del hombre, de 51 años de edad, con medio cuerpo sumergido en el agua y agarrado a las piedras, y dio aviso de inmediato al servicio de Emergencias 112. Dado que los socorristas de la Cruz Roja que custodian la playa aún no habían iniciado la jornada laboral, los agentes pidieron la colaboración de la empresa de alquiler de embarcaciones, que fue en su busca, aunque cuando la lancha llegó a la altura del hombre accidentado también lo hizo la de la Cruz Roja, cuyos socorristas acababan de incorporarse al puesto. Del mismo modo, también la embarcación de Salvamento Marítimo «Aldebarán» acudió al lugar del siniestro procedente de Ciutadella, y sus operarios ayudaron a inmobilizar al herido para trasladarlo a tierra con la lancha de la Cruz Roja.

El hombre no podía hablar, estaba semiconsciente y presentaba magulladuras por todo su cuerpo. El accidente se había producido cuando se sintió indispuesto mientras practicaba snorkel en las afueras de la bahía. Decidió entonces salir del agua por el lugar más próximo a su ubicación y trató de ascender por el acantilado pero dada su sinuosidad acabó perdiendo el equilibrio y cayó al mar. En la caída sufrió múltiples contusiones y rozaduras golpeándose contra las rocas.

Poco después llegó a las inmediaciones de la cala una ambulancia de soporte vital del 061 que se hizo cargo de las primeras atenciones que precisaba el herido. Éstas se prolongaron durante más de una hora hasta que finalmente fue trasladado al Hospital Mateu Orfila, donde ingresó en estado grave, en el servicio de Urgencias con un pronóstico de politraumatismo, sin especificar las zonas de su cuerpo más afectadas.

Su mujer había dado aviso a Emergencias cuando vio que se demoraba su hora de regreso ya que acudía a diario a nadar. Para entonces se había procedido a su rescate.