El presunto homicida del empresario menorquín Juan Mascaró, quien está siendo juzgado por un tribunal del jurado en la Audiencia Provincial de Palma, ha asegurado durante su declaración que, antes de que acaecieran los hechos por los que se le acusa, se topó con su víctima por casualidad y que, tras colisionar su coche accidentalmente con la moto de Mascaró, ambos forcejearon con un cuchillo y el casco sin que el acusado tuviera intención de matarle.
En concreto, la Fiscalía reclama siete años y medio de cárcel para Cristóbal Carlos T.G. mientras que la acusación particular -ejercida por los familiares de la víctima- solicita 20 años. La defensa asevera que el inculpado padece un trastorno mental, a lo que se suma el hecho de que antes de lo sucedido le habían notificado la sentencia de divorcio de su exmujer, que entonces compañera sentimental del fallecido.
El procesado, quien se encuentra en prisión provisional desde entonces, ha recordado que tras la pelea acudió al cuartel de la Guardia Civil de Es Mercadal (Menorca) «lleno de sangre», con la cara manchada, preguntando con quién tenía que hablar puesto que le acababan de «atacar».
«Les dije que me pinchó un tío, a quien después pinché yo, pero que no sabía lo que pasó», ha relatado el acusado. Las acusaciones consideran que, desde el principio, la intención del procesado era acabar con la vida del empresario.
En concreto, los hechos tuvieron lugar sobre las 15.00 horas del 17 de enero de 2013, cuando en la Avenida Son Morera de Ferreries (Menorca), según relata la Fiscalía en su escrito de calificación, colisionó hasta en dos ocasiones su vehículo con la moto que conducía la víctima, de 67 años y fundador de 'Calzados Ferreries', hasta que le hizo caer al suelo.
A continuación, el presunto homicida bajó de su vehículo con un cuchillo y un hacha y, con la intención de acabar con su vida, comenzó una pelea con el empresario hasta que, como consecuencia de las múltiples heridas que le provocó, sufrió un neumotórax con insuficiencia respiratoria que le ocasionó la muerte.
No obstante, el acusado, a preguntas de las partes, ha negado que su intención fuese matarle, asegurando que actuó en defensa propia: «No quería matarle, pero tampoco quería que él me matara a mí. Yo me veía muerto», ha afirmado tajante Cristóbal Carlos T.G. El procesado ha reconocido, no obstante, que llevaba años diciendo que «me lo quería cepillar» -algo que sabía «hasta el alcalde"- y que esa misma mañana así lo comentó en un bar.
Según ha relatado, a lo largo de esa mañana se fumó «al menos siete u ocho porros de marihuana» y se tomó «medio tubo de pastillas que me recetó el psiquiatra. Me quería morir, estaba destrozado ya que me estaban masacrando quitándome a mis hijos, mi casa, mi dignidad».
Tras contar que estuvo dando vueltas con su coche para probarlo, ya que se había quedado sin batería, vio a Mascaró -sin saber en ese momento que era él- cuando «de repente se topó delante coche, pero no lo tiré ni nada, aunque se giró con cara de mosqueado». «Ni me di cuenta de que era él», ha recordado el acusado, apuntando que 60 metros más adelante volvió a cruzarse con él, «con tan mala suerte que al cruzar a su lado el coche le rozó la rueda de atrás y se cayó».
«Vino hacia mí y me clavó algo»
Según ha explicado, bajó del vehículo para preguntarle si se encontraba bien, ya que la moto «le había caído sobre la pierna izquierda» cuando, al levantarla, «vino hacia mí y me clavó algo, una llave de bujía o un destornillador; no vi el arma, el impacto fue brutal y solté la moto de golpe».
Junto a ello, ha asegurado que la víctima comenzó a darle «golpes con el casco» y, «cuando me iba a machacar la cabeza, vi un cuchillo en la guantera y lo cogí», para acto seguido forcejear entre ambos. «Cuando quiso darme otro 'cascazo' yo le metí un viaje, pero no para matarlo», ha manifestado.
La acusación particular: «No ha habido confesión»
Por su parte, el letrado de la acusación particular, Jaime Campaner, ha rebatido que en este procedimiento no hubo confesión por parte del acusado puesto que éste «no fue veraz» al acudir al cuartel de la Guardia Civil y al decir que «tuvo un accidente cuando se encontraba a cincuenta metros de la casa de la víctima y había estado anunciando durante dos años que le iba a matar».
La letrada del procesado, Margarita Mercadal, ha incidido mientras tanto en lo accidental del episodio. «No pudo contener sus impulsos de repente consideró que su vida había terminado tras la sentencia de divorcio». La abogada estima que su patrocinado cometió un delito de homicidio, si bien pide que se le apliquen las atenuantes de arrebato, obcecación y confesión.
El padre y el tío del fallecido crearon 'Zapatillas Ferreries', que luego pasó a ser 'Calzados Ferreries'. En 1980 se separaron y el tío fundó la empresa Jaime Mascaró. Juan Mascaró siguió manteniendo su sociedad bajo el nombre 'Calzados Ferreries'.
8 comentarios
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Shayla.lo q dices es mentira.el no tenia coche por la mañana estaba estropeado .lo dicen en el juicio. 7 año y ya lleva dos osea q en menos de tres año a la calle y amatar a su ex seguramente..y por robar pañale a una madre dos año de carcel..puffff
No he leído en toda mi vida una sarta de mentiras tan patéticas como éstas. Y la petición de siete años me parece aún peor porque éste fiscal estará haciendo lo mismo en otros casos. Menudo panorama.
Cuanto me arrepiento de no haber ido a declarar ese dia, cuanto me arrepuento de no haber contado que estabas siguiendolo ya de buena mañana, que estabas circulando sobre las 12h por la carretera que va a truvi , a muy poca velocidad, te apartaste para que pasara y te tapaste la cara al pasar por delante de ti y le dije a mi marido, me paro? Creo que este señor no se encuentra bien, iba con mis hijos y doy gracias a que no me pare, a saber lo que me podria haber echo.. Estabas vigilandolo ya , ya sabias a lo que ibas? Al ver el periodico al dia siguente, al ver tu foto, tu coche, todo cuadro en mi cabeza.. Asi que asume lo que hiciste y se acabó...
por mucho que diga en su defensa, ha quitado la vida a otra persona, no hay condena que devuelva la vida de esa persona a sus familiares, pero ésta que nos ocupa, es una humillación a los familiares. Parece que nuestras leyes se centran en no perjudicar demasiado a los delincuentes y se olvidan de las victimas y sus familiares. La verdad la sociedad, en su mayoría, no entendemos nada de nada.
Que barato sale matar en españa, despues uno roba una gallina, o le pillan con unos pocos gramos de droga y le condenan a 4 años de carcel mas de la mitad que un asesino.
No le quería matar...Y llevaba el hacha, un cuchillo y le embistió con el coche, además desde hacia mucho tiempo decía a todo Ferrerias que le iba a matar, no entiendo a la justicia! de verdad que no. Sale demasiado barato el planear y ejecutar a una persona por 7 años. 10.000 euros a cada hija, eso es una ofensa, aunque sabemos que donaran todo a una fundación. Delincuente de ese tipo no tienen perdón de nadie y además tendremos que verle pronto bebiéndose unos gin por los bares. Patético todo.
Claro!,y es normal que todos los ciudadanos llevemos encima un cuchillo y un hacha cuando salimos a pasear por la calle..no te fot !!
Sí, y la tierra es cuadrada, y las vacas vuelan.