Pedro Monjo aboga por «privatizar la gestión de los juzgados» para acabar con la saturación

El abogado refiere que no hay control al trabajo de los funcionarios

Pedro Monjo, abogado de Maó. | ARCHIVO

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Pedro Monjo, decano de los abogados menorquines, vocal de la junta de gobierno del Ilustre Colegio de la Abogacía balear y delegado en Menorca de esta asociación considera que la saturación en los juzgados podría reducirse, si pasara a manos de la empresa privada.

El veterano letrado con despacho en Maó tiene claro que la acumulación de asuntos pendientes de resolución se debe a la falta de eficacia administrativa, por eso, opina que «los juzgados deberían privatizar la gestión de oficina, hace tiempo que vengo diciéndolo». Para Monjo, el Estado debería mejorar las retribuciones de jueces, fiscales y letrados judiciales, pero el trabajo que ahora desempeñan los funcionarios deberían desempeñarlo empresas del sector privado.

Sería la mejor solución para controlar la tarea fundamental que realizan los empleados en los departamentos de las sedes judiciales, porque ahora, considera, «el control del trabajo de los funcionarios no existe». El abogado justifica la acumulación de asuntos pendientes en los juzgados de Maó durante el último año, también «porque los ciudadanos ahora acuden mucho más a pleitear, pero no en tanta medida como para que no se pueda exigir un mayor rendimiento a los trabajadores de las oficinas».

Pone como ejemplo al que fue durante muchos años magistrado juez del Juzgado 3 de Maó, «porque era adusto pero exigente con los funcionarios, sabía llevar los asuntos y era capaz de tener la sentencia lista por la tarde del mismo día del juicio». Subraya, eso sí, la necesidad de mejorar las retribuciones de quienes han cursado la carrera judicial, jueces, fiscales y letrados, para garantizar su eficiencia».

En relación a la nueva ley de mediación, impulsada por el actual Gobierno para reducir el colapso de los juzgados, se muestra contrario a su aplicación, al menos por lo que respecta a Menorca. «Es como poner palos a las ruedas en lugar de reformar la ley de planta dando mayor reconocimiento al juez».

Obligar a una mediación antes de llegar al juzgado a poner la demanda supondrá retrasar todavía más el proceso, «porque cuando una persona pone una demanda, por ejemplo, para cobrar una deuda, es que antes ya ha intentado ese acuerdo con el deudor de todas las formas posibles y no ha podido cobrar por las buenas». La mediación puede resolver algún caso, pero Pedro Monjo, como afirmaba el también abogado menorquín, Francisco Marqués en este diario hace una semana, «en Menorca no existe la costumbre de la mediación, como sí la hay en Mallorca o Eivissa».

Impulsar el papel de mediador, titulación que podrá obtenerse sin necesidad de haber cursado la carrera de abogado, «favorecerá la creación de chiringuitos» por la proliferación de academias para obtener una titulación con apenas 100 horas lectivas. Recuerda Monjo que la mediación ya existió tiempo atrás, pero fue retirada, por lo que se muestra escéptico en torno a su nueva implantación como paso previo a la interposición de cualquier demanda civil o mercantil.