Las lluvias dan un respiro al campo de Menorca: los payeses no tendrán que comprar forraje

En marzo las precipitaciones doblaron lo habitual, lo que garantiza la cosecha de raigrás, alimento de las vacas

Hectáreas de forraje, que este año abundará en la Isla, en una explotación agraria aledaña al término municipal de Es Mercadal. | Gemma Andreu

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El retorno de la lluvia, que durante el recién terminado marzo ha caído sobre Menorca en unos niveles que han duplicado a los acostumbrados en esta franja temporal del año –de hecho, han sido los más elevados desde 2018– tiene en el campo y por elevación en el sector agrario menorquín uno de sus más directos y grandes beneficiarios.

Fundamentalmente, porque gracias a esa abundancia de agua en el campo, además de otros provechos, está creciendo más cantidad de raigrás –lolium perenne–, que es la gramínea que conforma una parte fundamental en la dieta de las vacas –además de que se usa para ensilar–, por lo que el ganado vacuno podrá alimentarse sin necesidad de tener que recurrir al mercado exterior, tal y como sí ha acontecido en el último lustro para tener suficiente forraje. El impacto real será a partir del próximo otoño.

«Al recoger más de lo normal, habrá más comida para los animales, tendremos más producción y al no tener que comprar, más beneficio», resume en ese sentido Luis Nadal de Olives, presidente de la Asociación de Empresarios de Explotaciones Agrarias de Menorca (Agrame), si bien matiza que «el viento» que azota con fuerza durante estos días arroja un efecto contraproducente, puesto que «lo seca todo, esperemos que ahora no se estropee lo que se ha ganado con la lluvia».

Asimismo, Nadal incide en la necesidad de que para que la cosecha sea realmente satisfactoria, «deberá llover más; que haya llovido precisamente en marzo ha sido muy bueno, pero ahora debe volver a llover en dos-tres semanas, en abril, y cuanto más llueva, mejor».

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Este mes de marzo ha llovido el doble en parangón a años previos.

Por último, Nadal de Olives entiende que el guiño que este año ha tenido la meteorología para con el sector primario menorquín tendrá sus beneficios incluso antes del otoño, «también en verano, con todo seco, habrá hierba para ensilar».

Tanto Margarita Llambias, secretaria general de Unió de Pagesos, como Catalina Pons, presidenta de la Federación Agraria y Ganadera de Menorca (Fagme), comparten la exposición del presidente de Agrame. «Sí, en las tanques este año hay comida, aunque de momento, funcionamos con forraje comprado de fuera, será a partir de otoño cuando estaremos provistos», anota Catalina Pons por su parte. Además, quien es presidenta de Fagme desde verano de 2021 aporta un dato cuanto menos revelador acerca de las consecuencias de no poder recolectar suficiente raigrás en el campo insular, como que en cierta explotación agraria incluso se sacrificaron algunas cabezas de ganado ante la imposibilidad de poder alimentarlas. «Al no poder comprar tanto forraje, y por tanto al no poder mantenarlas ni alimentarlas bien, en algún lloc se optó esa vía», desvela y apostilla Catalina Pons.

En cualquier caso, desde el campo insular se insiste en que el rédito se advertirá «el año próximo», concede Llambias, en tanto que este año «seguimos comprando –forraje– pues el año pasado fue fatal, no recogimos lo que tocaba», concluye la secretaria general de Unió de Pagesos.

Cifras

Reflejado en cifras que nos facilita Maria José Guerrero, delegada de la Aemet, en marzo llovió en la Isla «el doble de lo habitual», con un promedio de 73,3 litros por metro cuadrado –el pasado año fueron 34,8–, cantidad que se ha elevado al triple en la zona del Aeropuerto (113,3 litros, por los 38,2 de 2024), siendo en suma el mes de marzo menorquín más lluvioso desde 2018. Todo eso que gana el sector agrario insular.

El apunte

El campo insular valora de modo positivo el Provilac de este año

La semana pasada se presentó a la Mesa del Sector Lácteo de Menorca el Plan de Apoyo para la Viabilidad, Modernización, Promoción y Comercialización del Sector Lácteo (Provilac) de 2025, acogido de forma positiva en la Isla, y que este año premia «sobre todo al que invierta», valora Luis Nadal de Olives, convencido por otra parte de que sin el Provilac, que «es un regalo de la Administración», precisa, habrían desaparecido «un tercio de las explotaciones de la Isla» –que ahora superan en poco el centenar. Por su parte, Margarita Llambias se muestra contenta, «pues recibiremos alguna cosa», pero matiza que «habrá más papeleo y más trabajo, pues quieren que todo en las granjas sea más tecnológico».