La abstención de la consellera ha permitido al PP aprobar el presupuesto. | Gemma Andreu

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Dos propuestas de acuerdo, una interpelación y una pregunta. Es la escasa relación de iniciativas que la consellera de Vox, María Teresa de Medrano de Olives (Maó, 1962), ha presentado en el último año en el Consell de Menorca. Más aún si se tiene en cuenta que este febrero se cumple un año desde que pasó a ser retribuida con una dedicación parcial al cargo que le supone cobrar de todos los menorquines un sueldo anual de 31.036,50 euros.

Sus contadas cuatro aportaciones (retiró otras dos propuestas) contrastan con las 230 iniciativas en forma de mociones, ruegos, interpelaciones y preguntas que suman conjuntamente en el último año los otros seis consellers de la oposición, en representación de los grupos del PSOE y Més per Menorca. La media es de 38 acciones por conseller, 34 más que la consellera de Vox.

El de Maite de Medrano es el voto más codiciado, el que deshace empates y decanta la balanza en el Consell. Y es el que acaba de permitir al PP aprobar en minoría su primer presupuesto de la legislatura. Pero, también, es el más controvertido.

A su falta de iniciativa se le ha añadido un absentismo difícilmente justificable. Desde febrero del año pasado, la consellera de Vox ha faltado al 35,7 por ciento de las reuniones de los órganos colegiados de la institución. Se ha ausentado en cuatro de los 16 plenos celebrados, no ha asistido a 12 comisiones informativas, a cinco comisiones de gobierno y a cuatro juntas de portavoces. Ha fallado al menos a 25 de las 70 sesiones a las que había sido convocada.

Reproches

La portavoz de Més, Noemí García, se lo reprochó el pasado lunes en pleno, pero recriminando al presidente Vilafranca que se aferre al voto decisivo de  «la persona que se salta los plenos cuando le da la gana y no viene a las comisiones, el grupo del absentismo político». La misma consellera a la que -le recordó- tuvo que expulsar del gobierno en octubre de 2023. «Da la espalda a los menorquines que no quieren saber nada de esta opción radical», le espetó.

Adolfo Vilafranca replicó y ensalzó el «sentido institucional» de la consellera de Vox, «lo que no se puede decir de la izquierda, que ni está ni se le espera». Tras votarse el presupuesto, anunció que De Medrano se ausentaría a partir de entonces del pleno y la justificó. Tres días después, la representante de Vox también abandonó el pleno del Ayuntamiento de Ciutadella (donde solo cobra, como concejal, dietas por asistencia) antes de que terminara.

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Cronología

Ideologías al margen, Maite de Medrano se ha hecho notar desde el primer día en el Consell. Miembro más veterana de la corporación insular, el 8 de julio de 2023 presidió la mesa de edad en la toma de posesión de Adolfo Vilafranca y fue la encargada de entregarle la vara de mando de la institución.

Entró a gobernar con el PP y, tras un enfrentamiento interno con su partido y con el director insular que se le había asignado, el presidente del Consell la cesó y echó del gobierno a los tres meses.

Resituada en la oposición, De Medrano tumbó el presupuesto del PP de 2024 «porque perpetuaba las políticas de la izquierda» hasta que, en febrero, se le reconoció su derecho a cobrar la dedicación parcial de la que también disfrutan otros consellers de PSOE y Més.

Desde entonces, la única voz de Vox en las instituciones menorquinas (también es concejal en Ciutadella) ha dado su voto decisivo al PP para sacar adelante propuestas trascendentes, como sucesivas modificaciones de crédito y la regularización de los hortals ilegales en rústico. Y cuando ha estado disconforme, como con el último presupuesto, se ha abstenido para «no entrar en el juego de la izquierda» y permitir así que decidiera el voto de calidad de Vilafranca.

Omisión

Pero, más que por su acción, la izquierda recela de Medrano por su omisión. La inacción que ha demostrado especialmente en el último año, pese a disfrutar de una retribución que la compromete a impulsar iniciativas y propuestas que justifiquen el sueldo público que cobra.

En las 53 horas que ha permanecido sentada en los plenos, tan solo ha presentado dos propuestas de acuerdo (para la creación de espacios de acampada para autocaravanas y para dar apoyo a los funcionarios de prisiones). También ha promovido una interpelación (sobre la posibilidad de pagar con tarjeta en el bus) y ha formulado una pregunta. En concreto, sobre la falta de médico en el centro sociosanitario de Santa Rita, pregunta que primero realizó en el Ayuntamiento de Ciutadella pensando que la residencia era de competencia municipal. En octubre acabó retirando otras dos propuestas que había presentado, sobre la situación política en Venezuela y para pedir un estudio riguroso sobre el efecto de la DANA en Menorca.

Gana 470 euros por cada hora de pleno o comisión: a 8 euros el minuto

Sin delegaciones de gobierno ni de representación institucional, Maite de Medrano desempeña su cometido público en los órganos colegiados de los que participa en el Consell. Las 45 reuniones a las que sí ha asistido han durado 66 horas, 3.960 minutos, incluidos los recesos en los plenos. Eso supone que, si solo    cobrara por asistencia, le saldría a 7,83 euros por cada minuto de reunión y a 470,25 euros por hora de trabajo. En concreto, se ha pasado 53 horas en plenos y 13 en comisiones.

Pese a las reiteradas invitaciones del presidente para negociar un acuerdo que dé mayor estabilidad al gobierno del Consell, no hay ningún pacto PP-Vox ni, por ahora, lo habrá. La consellera no se siente autorizada por su partido, de cuya dirección nacional recela abiertamente. Este sábado estuvo en Madrid con el sector crítico de Vox y clamando por su refundación.

Este diario ha intentado contactarla este fin de semana para exponer su parecer. No ha respondido.

El apunte

«La cúpula nos trata con una indignidad insoportable»

«Esta cúpula nos trata con una indignidad insoportable». Con esta contundencia se expresaba la consellera y concejal menorquina Maite de Medrano en las redes sociales después de haber participado el sábado en la firma, en Madrid, del manifiesto del nuevo sector crítico con la dirección de Vox, al que también acudieron los diputados autonómicos AgustíBuades e Idoia Ribas.

En un hilo divulgado a través de las redes sociales, De Medrano definió lo ocurrido el sábado como«nuestro día. El de quienes estamos repartidos por toda España dando la cara e intentando defender un proyecto político que la cúpula del partido ha abandonado unilateralmente».

Sobre la movilización que ha derivado en la firma del manifiesto de Barajas y la petición de la refundación de Vox, Maite de Medrano apunta que «se lo debemos a nuestros votantes que de buena fe depositaron su esperanza en el Vox que fue. Nos lo debemos a nosotros mismos». Yañade «se lo debemos a España, nuestra patria, que merece políticos que sean servidores públicos, y no castas de distintos colores».