El alcalde de Maó, Héctor Pons, junto al alcalde de Ciutadella, Llorenç Ferrer, en el acto institucional de Sant Antoni en el Consell. | Gemma Andreu

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Los desacuerdos entre el Consell de Menorca, gobernado por el PP, y los ayuntamientos de Maó y Ciutadella, dirigidos por la izquierda, han elevado esta semana la tensión política en la Isla a niveles inusitados, dando lugar a una confrontación institucional que amenaza con afectar proyectos clave para ambos municipios.

El cambio de opinión del Consell para evitar la supresión de la parada de bus de Es Pins, en Ciutadella, antes del verano, ha sido la gota que ha hecho estallar la indignación de los socialistas menorquines, que acusan al equipo de gobierno de Adolfo Vilafranca de «deslealtad institucional» y de hacer «un uso partidista de las instituciones».

La tensión entre los ayuntamientos de Maó y Ciutadella se escenificó ayer en una rueda de prensa en la sede del PSOE de Maó, en la que intervinieron el alcalde de Maó, Héctor Pons, y la secretaria general del partido en la Isla, Susana Mora, aunque finalmente no participó el alcalde de Ciutadella, Llorenç Ferrer, tal como se había anunciado inicialmente. Los socialistas criticaron «la falta de formas absoluta del PP» desde que gobierna en el Consell insular, hace un año y medio.

Crisis institucional

Todo ello dibuja un escenario de posturas irreconciliables, en el que los dos principales municipios de la Isla levantan la voz para erigirse como contrapoder de un Consell gobernado por el PP en minoría.

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Durante la rueda de prensa de ayer, Héctor Pons aseguró que es «muy evidente» la forma diferente de trabajar entre administraciones entre el presente mandato y el anterior. «Hemos notado que muchas veces hay decisiones del Consell que no pretenden beneficiar a la ciudadanía ni hacer un trabajo conjunto, sino que tienen un claro objetivo de partido», aseguró.

Pons puso como ejemplo el cambio de ubicación de la Fira Arrels, que el año pasado se trasladó de Maó a Es Mercadal. «Todavía no sabemos el motivo por el que se cambió, o simplemente fue para que no se hiciera en Maó», añadió.

También citó la decisión del Consell de no ceder al Ayuntamiento de Maó su representación en el Consejo de Administración de APB después de doce años, o lo que calificó de «deslealtades importantes» en la gestión del convenio del Recinto Ferial. «Pudimos ver al presidente reunido con el conseller y los empresarios sin convocar al Ayuntamiento de manera intencionada», lamentó. En este sentido, también denunció que «no se informe al Ayuntamiento de algunas de las visitas de los consellers», como ocurrió en la inauguración del Centre Veronique de atención a las víctimas de violencia sexual. El alcalde también afeó al PP que se tuviera que enterar por la prensa de la compra del edificio de Correos, una petición que se había hecho desde Maó.

Por su parte, el alcalde de Ciutadella, Llorenç Ferrer, acusó al conseller de Movilidad, Juan Manuel Delgado de «deslealtad institucional» y «falta de honestidad» por oponerse al cambio de ubicación de la parada de buses de Es Pins, una medida «gestionada y consensuada» con el concejal Pepe Capella «durante los últimos meses». Ferrer también aseguró que el cambio de postura de Delgado se debe a la «presión que suponemos que ha sufrido por parte de determinados sectores del PP de Ciutadella».   

El apunte

«No se toman las decisiones de la mano de los municipios»

La portavoz del PSOE de Menorca, Susana Mora, aseguró ayer que en su partido existe una gran preocupación por la dinámica en la que se han instalado los populares desde que gobiernan en el Consell.

Durante la rueda de prensa convocada en la sede del partido en Maó, Mora definió el Consell como el «ayuntamiento de ayuntamientos», y recordó que «la máxima institución de la Isla representa a ocho municipios con ocho singularidades». «Es legítimo que el Consell tome decisiones, pero tiene que hacerlo de la mano de los ocho municipios, que también representan a la sociedad, y esto no está pasando durante este mandato», afirmó.

«Un estilo impropio de la Isla»

Desde el PSOE consideran que el PP está importando una manera de hacer política que no es propia de Menorca. «Estamos acostumbrados a las peleas en el Parlament y en otros lugares, pero esto no pasaba en Menorca», lamentó Mora. Además, desde el PSOE critican la falta de capacidad del PP para rectificar.

Por este motivo, los socialistas piden a los populares hacer «tabla rasa». «Creemos que es el momento de poner el contador a cero y que el gobierno del Consell pueda corregir errores que tal vez han podido cometer por inexperiencia, aunque nosotros consideramos que son intencionados, y que pongamos la lealtad y el respeto entre instituciones por encima de todo», enfatizó el alcalde Héctor Pons.