El Consell de Menorca se desmarca este año del encendido de talayots por los derechos humanos

La edición de 2024, organizada a última hora y encendiendo bengalas únicamente en dos talaiots (Montefí y Torre d’en Galmés), era un síntoma del desacuerdo del actual equipo de gobierno con este acto que, este año, ha delegado en el Fons Menorquí de Cooperació. Una entidad sin ánimo de lucro dependiente, igualmente, de la propia institución insular, de los ocho ayuntamientos de la Isla y del Govern.

Sea como fuere, Menorca se unirá de nuevo a esta iniciativa surgida en Mallorca en 2016 y en la que participan otros territorios, como Catalunya, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y País Vasco, y que alcanza incluso a puntos de Marruecos, Túnez y Líbano.

Cambios e implicación

Con la organización ya en manos del Fons Menorquí, la entidad plantea dar un enfoque distinto al acto, con el fin de recabar un mayor seguimiento ciudadano, como ya se hace en Mallorca. Y es que al celebrarse en recintos prehistóricos, más alejados de las urbes, costaba captar una asistencia significativa.

En esta ocasión, el encendido se traslada de los talayots a puntos urbanos, buscando la implicación de ayuntamientos y entidades. Así, habrá convocatoria en Fornells, con la colaboración del Ayuntamiento de Es Mercadal; y en Ferreries, bajo el amparo del Consistorio ferrerienc y la participación del Agrupament Escolta Sant Bartomeu, cuyos jóvenes serán los encargados de leer el manifiesto, redactado por Amnistía Internacional. Asimismo, las luminarias se encenderán en Maó, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Maó y la Escola Municipal de Música; en el Castell de Sant Nicolau, de Ciutadella, con la implicación municipal; y de igual modo en el Convent de Sant Diego, de Alaior, con el compromiso del Consistorio alaiorenc.