Adolfo Vilafranca saluda al conseller Simón Gornés tras lograr aprobar los presupuestos. | Gemma Andreu

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De la indignación del PSOE a las chanzas del PP. Las reacciones al inédito pleno de presupuestos que se ha celebrado este viernes en el Consell de Menorca han inundado las redes sociales en uno y otro bando. La ausencia de dos consellers socialistas ha sido aprovechada por el presidente, Adolfo Vilafranca, para sacar adelante unas cuentas que de otra forma se habrían estrellado por el inesperado voto en contra de Vox.

El diputado socialista en el Congreso, Pepe Mercadal, ha calificado lo sucedido hoy en el Consell como «la perversión democrática más grave desde la moción de censura» de 1991, cuando el popular Joan Huguet se hizo con la presidencia de la institución con el voto de un tránsfuga del PSOE.

Desde las filas populares, la cuenta oficial de Nuevas Generaciones ha ironizado con la ausencia del conseller socialista Eduardo Robsy, que no ha podido acudir al pleno de presupuestos de este viernes por hallarse de vacaciones en Sri Lanka. Lo han hecho con la foto de una puerta de embarque en el aeropuerto rumbo a la ciudad de Colombo.

La ausencia de Robsy, junto a la de Susana Mora por indisposición, ha dejado vía libre al PP para imponerse en la votación más importante del año.

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Los que no están para bromas son las Joventuts Socialistes de Menorca. Consideran lo sucedido una «jugada rastrera» para aprobar los presupuestos «por la puerta de atrás»: «Menorca no merece un gobierno tramposo que se ríe de la democracia y los menorquines», añaden.

El que ha salido en defensa del presidente del Consell ha sido el senador por Menorca y secretario general del PP insular, Cristóbal Marqués. A su juicio, lo importante es la aprobación de unos buenos presupuestos «y el resto es la típica 'performance' de la izquierda con un conseller de vacaciones durante tres semanas en plena época de presupuestos».

Desde la derecha no está de acuerdo en esta visión el que fuera coordinador insular de Vox y diputado del PP de Menorca en el pasado, Antoni Camps. Opina que aprobar unos presupuestos aprovechando la ausencia de dos consellers de la oposición «es una perversión de la democracia», una muestra de «poca elegancia y juego sucio».

Un argumento en el que no coincide con Xisco Cardona, el que fue su sucesor al frente de Vox y es actualmente diputado no adscrito en el Parlament. Lo destacable en su opinión es que «Menorca tiene presupuestos a pesar de Vox», en alusión al sorpresivo voto en contra de Maite de Medrano, que no se esperaba ni el propio Adolfo Vilafranca.

El debate, en conclusión, gira entre quienes creen que la actividad institucional no puede pararse por la ausencia de dos consellers y los que denuncian que se ha alterado la voluntad popular expresada por los menorquines en las urnas.