Las baterías se instalarán junto a la subestación eléctrica de Es Mercadal | Gemma Andreu

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Red Eléctrica ya tiene vía libre para la instalación de baterías junto a la subestación de Es Mercadal, que arrancará el próximo mes de enero con la previsión de que las obras hayan acabado antes de que termine el año 2025. La Conselleria balear de Empresa, Ocupación y Energía publicó ayer la llamada autorización administrativa de construcción, el último permiso que necesitaba Red Eléctrica, para ejecutar el proyecto de un sistema de almacenamiento que, entre otras cosas, permitirá reducir sustancialmente la dependencia de la central térmica del puerto de Maó.

La instalación de un doble conjunto de baterías, que sumarán 50 megavatios (MW), es un proyecto pionero en España por su plena integración en la red de transporte de electricidad y tendrá por lo pronto una doble virtud:    hará posible que la operatividad del enlace submarino actual se duplique e inyectará energía a la red en caso de que se produzca un fallo en la red de transporte en alta tensión, minimizando los efectos de episodios intempestivos como el gran apagón del año 2018.

El proyecto, que tienen un coste de 50 millones de euros y una vida útil de 20 años, se ha encontrado con la oposición frontal de Endesa. No en vano, hay que tener en cuenta que el aumento de la capacidad de intercambio de energía con Mallorca, a la espera del segundo cable, disminuirá las necesidades de la llamada reserva rodante de la central, el mínimo de funcionamiento que se hace necesario para mantener la seguridad del sistema. Además no solo aumentará el flujo de energía que llega desde Mallorca y la Península, sino que dará más margen para la exportación de producción renovable de los parques solares de la Isla.