El presidente del Consell de Menorca, durante el pleno del pasado lunes. | Josep Bagur Gomila

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Segundo intento del gobierno en minoría del PP en el Consell de Menorca para tener su propio presupuesto. Tras el fracaso en la negociación de este año, el presidente Adolfo Vilafranca ha presentado este viernes un proyecto de cuentas para 2025 que asciende a 181 millones de euros, la mayor cifra alcanzada hasta ahora, en el que se reservan 11 millones de euros para la carretera general, no hay partida para mantener la gratuidad del bus y se mejoran las infraestructuras del agua con 20 millones.

Según Vilafranca, no se ha empezado todavía la negociación con Vox -cuya abstención o voto a favor es clave para la aprobación del presupuesto- ni con el resto de grupos de la oposición. El presidente, no obstante, se muestra optimista: «Este presupuesto puede gustar a todos los grupos, hay medidas que no tienen color político, ¿quién está en contra de una carretera más segura o de modernizar la gestión del agua?», se ha preguntado, «estamos abiertos a enmiendas siempre que sean constructivas y no desvirtúen el proyecto».

Los 181 millones presupuestados para 2025 suponen un aumento del 11,7 por ciento respecto de las cuentas de 2024 que no llegaron a aprobarse. Baja la previsión de inversiones propias (dos millones menos) mientras suben los gastos de personal (1,3 millones más) y el gasto corriente (dos millones más).

El vicepresidente segundo, Simón Gornés, será el conseller que más dinero gestione, 53 millones para el Departamento de Medio Ambiente y Cooperación Local, seguido por la vicepresidenta primera, Carmen Reynés, al frente del área de Bienestar Social con 35 millones. Movilidad, por su parte, con Juan Manuel Delgado, tendrá para gastar 33 millones

11 millones para la ‘general’

La carretera general se lleva 11 millones de euros del pastel. El Consell no sabe todavía cuánto de este dinero lo cubrirá el Govern, tal como se comprometió Marga Prohens tras constatar la pérdida definitiva de los 25 millones pendientes del convenio de carreteras con el Gobierno central. Sobre el papel aparece una transferencia de diez millones, pero se trata de un dinero a repartir todavía con el Consell de Eivissa.

Vilafranca ha asegurado que, de una u otra forma, se retomarán las obras en 2025, sea con recursos propios del Consell de Menorca o con endeudamiento. Lo más inmimente será el tramo de Talatí, que ya cuenta con proyecto aprobado inicialmente, mientras que el de Rafal Rubí está ultimando su redacción.

El departamento de Movilidad incluye en sus cuentas los 2,3 millones para ampliar el primer tramo de la carretera de La Mola, una obra que también se arrastra desde hace años, y partidas para reasfaltar el tramo de la Me-1 entre Es Mercadal y Ferreries o repintar la señalización horizontal entre Ciutadella y Ferreries.

Para lo que no hay dinero es para afrontar la bonificación del transporte público, toda vez que el ministro Óscar Puente ha avanzado de forma oficiosa que el Estado dejará de financiarlo a partir del 1 de enero de 2025. El Consell, explica el presidente, trabaja en nuevos descuentos para pasajeros de la tercera edad y jóvenes estudiantes que por ahora no se han concretado.

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Plan de gestión de bosques

Entre las novedades que aparecen en el proyecto de presupuestos destaca un plan de gestión forestal dotado con 2,8 millones, que incluye la redacción de planes municipales de emergencias donde todavía no están aprobados. El presidente Vilafranca ha defendido su necesidad para «mitigar los efectos del cambio climático», junto al refuerzo de 22 nuevos bomberos.

En 2025 se prevé impulsar la transformación de las baterías de Favàritx, la última adquisición del Consell al Ministerio de Defensa, con 1,6 millones. Habrá otro millón de euros para la compra de suelo para su cesión al Ibavi y poder construir allí pisos sociales, tras cerrar la adquisición este año de la gran parcela de Es Mercadal a la Sareb.

La previsión de gastos incluye 1,4 millones para un nuevo plan de retirada de amianto en espacios públicos, el estreno de la reforma de la pista de atletismo de Maó, el centro de interpretación de la Menorca Talayótica en Ca Savi de Ciutadella o los 150.000 euros para repetir la experiencia de los vales de consumo a través de Ascome.

En el ámbito social se prevé la apertura del segundo centro de menores o un nuevo servicio para niños con problemas graves de conducta que hasta ahora solo eran atendidos en Mallorca, o el anunciado centro 24 horas para víctimas de violencia sexual.

Un gobierno en minoría

Todas estas previsiones se cumplirán si el PP es capaz de convencer esta vez a la consellera de Vox, Maite de Medrano, para que apoye las cuentas. El año pasado no lo hizo, motivo por el que el gobierno de Adolfo de Vilafranca ha tenido que gestionar con las cuentas prorrogadas que dejó aprobadas el pacto de izquierdas antes de las elecciones de 2023.

El gasto de personal previsto en 2025 asciende a 31,9 millones y el gasto corriente alcanza los 25 millones. Ambas partidas se llevan una tercera parte del presupuesto de la institución. El gasto político, lo que cuesta mantener a gobierno y oposición, asciende a 2,9 millones de euros.

En el capítulo de ingresos, cabe destacar que la financiación que percibe el Consell desde la comunidad autónoma baja en casi cinco millones, hasta situarse en los 70,2. Asimismo, se incluye una previsión de endeudamiento de 30 millones de euros, para usar en caso de que fuera necesario.

En cuanto a las inversiones, el capítulo asciende a 40 millones de euros, de los 26 son específicamente para infraestructuras.