Ahogamiento en el Pont d’en Gil.

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Los 65 socorristas que han cubierto la temporada de baños en la Isla han tenido que realizar 114 intervenciones como consecuencia de la temeridad de las personas al desatender las indicaciones de los profesionales de salvamento y las banderas que ondeaban en las playas, o bien por el desconocimiento del entorno en el que se hallaban.

En total se han registrado 5 fallecimientos en el mar y otros dos en piscinas, es decir, dos más que el año pasado. En la comparativa con Eivissa, Menorca acumula dos fallecidos más este año. La mayoría de estas muertes se han producido fuera del horario de los servicios de salvamento o en lugares donde no lo hay, como fue los casos del fallecido cerca de Sa Mesquida, otro en Cala Rafalet, o el último de ellos, en octubre, en el Pont d’en Gil.

El territorio balear ha sumado 43 muertes en el medio acuático, una menos que hace un año.

En lo que se refiere a los incidentes graves, en Menorca se produjeron 117, entre los 914 totales del Archipiélago. Playas y costa de Ciutadella, en general, acumulan la mayoría de las intervenciones por estos incidentes considerados graves, con 43. Le siguen Alaior con 20 y Ferreries con 15.

Un total de 105 personas afectadas en estos incidentes precisaron trasladado a un centro médico u hospitalario.

Dos bañistas consiguieron ser recuperados tras sufrir un proceso de ahogamiento, y se contabilizaron un total de 59 rescates. A destacar que en Es Mercadal se produjeron 22 del total de estos servicios.

Menorca ha tenido este año 65 socorristas en las playas que cuentan con este recurso, más otros 11 disponibles de forma reactiva, lo que supone cinco    efectivos más de los que se contabilizaron el año pasado.

Los bañistas han sufrido 9.555 picaduras de medusas, según los datos avanzados ayer en la XXXIIJornada Técnica de Seguridad en las playas, celebrada en Alcudia.