La cárcel de Menorca fue inaugurada en julio de 2011 y se mantiene como la de ocupación más baja del país.

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La prisión menorquina ha alcanzado esta pasada semana su nivel de ocupación más alto en el último decenio, con una población reclusa que se sitúa en los 65 internos. Se trata de la cifra más elevada desde los primeros años de existencia del Centro Penitenciario insular ubicado en la carretera de Sant Lluís, inaugurado en julio de 2011.

Con capacidad para 210 reclusos, en aquellos tres primeros años llegaron a superarse los 80 internos pero desde el 2014 la cifra fue marcando una progresión descendente que se había estabilizado entre los 50 y los 60 internos en los picos más altos de cada año.

El ingreso de tres ciudadanos rumanos, dos hombres y una mujer, el pasado sábado, día 26, acusados de hurtos en el Aeropuerto y pertenencia a organización criminal, y los de un ciutadellenc y un colombiano, ambos residentes en Ciutadella, el día 15, por tráfico de drogas y también por pertenencia a grupo criminal, han elevado la cifra hasta los 65.

Destaca entre los reclusos actuales la presencia de dos mujeres al mismo tiempo, un hecho muy poco frecuente en la prisión menorquina desde su apertura, considerando además que no dispone de un módulo específico para ellas, lo que ha generado quejas entre algunas de las féminas que han tenido que pasar por este centro.

Los 65 reclusos se distribuyen entre los dos módulos con que cuenta la cárcel. En el primero, denominado módulo de respeto, hay 35 internos y en el otro, que es el que acoge a los que tienen condenas más largas y pueden resultar más conflictivos, hay 27. Las dos mujeres y un preso en tercer grado que solo acude a la cárcel a dormir están ubicadas en el área de tránsito.

La cárcel menorquina, considerada de baja conflictividad por Instituciones Penitenciarias, con gestión reducida, sistema penal alternativo y reclusos sin perfil problemático en la gran mayoría de casos, se mantiene como la de menor ocupación entre las 92 que tutela el Estado, junto a la de Santa Cruz de La Palma.

La prisión cuenta con unos 100 funcionarios, alrededor de 20 menos de los que debería tener independientemente del número de reclusos que acoja y continúa sin cubrir la plaza de médico. El incremento de internos no supone ningún problema para el personal que trabaja en las distintas dependencias del centro.

El apunte

Nunca se ha llegado ni al 50 % de la cifra óptima de la prisión

A pesar de que la prisión tiene capacidad para 210 penados, siempre se ha subrayado que la cifra óptima para una buena gestión no debería superar los 180. Por tanto, desde su inauguración en 2011 nunca se ha llegado, ni tan siquiera, a la mitad de la cifra máxima adecuada a las instalaciones. A mediados del primer trimestre de este año, cuando el número de internos era solo de 47, la mayoría tenían nacionalidad española -40 de ellos por 7 extranjeros- y solo uno cumplía condena o estaba en prisión preventiva por delitos de violencia de género.  En la actualidad, sin que las cifras hayan podido ser precisadas hay en torno a 10 o 12 menorquines recluidos en la prisión insular, un 18 por ciento aproximadamente, mientras que se ha incrementado el ingreso de ciudadanos originarios de países latinos desde la temporada estival. Normalmente los españoles ocupan en torno al 50 por ciento de esta población reclusa. Entre 10 y 15 de los internos actuales están recluidos en la cárcel insular como presos preventivos, pendientes de la celebración del juicio por lo que no tienen posibilidad de solicitar ningún permiso para salir del centro.