Una de las calles a las que afectará las obras.  | Katerina Pu

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Las obras para dotar a Son Vitamina de una red de saneamiento dan este miércoles el pistoletazo de salida tras cinco meses de idas y venidas respecto a las contribuciones especiales que deben aportar los vecinos de la urbanización para financiar el 41 por ciento de estos trabajos.

Dichas labores deben haber avanzado como mínimo un 30 por ciento el próximo 31 de diciembre para no perder los fondos Next Generation que aporta la Unión Europea, los cuales suponen otra parte importante del presupuesto. El cumplimiento de este objetivo es ahora mismo la gran preocupación de los vecinos de la urbanización alaiorenca, los cuales temen no llegar a los niveles exigidos por la UE en la fecha límite y ver que ello se traduce en un aumento del importe de sus contribuciones especiales, que rondan los 6.700 euros de media por vecino.

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«Ya se ha cubierto una parte»

El regidor de Urbanismo del Ayuntamiento de Alaior, Lorenzo Mascaró, transmite tranquilidad y afirma que antes de empezar las obras del alcantarillado «ya se ha cubierto una parte» del 30 por ciento exigido. «Aquí entraría la compra de material de obra, trabajos previos, la planificación...», explica el concejal sobre los gastos ya justificados y que se incluyen dentro de ese porcentaje.

Los vecinos de Son Vitamina, quienes fueron avisados el pasado jueves del inicio de las obras con una nota frente a sus casas, no acaban de tenerlas todas consigo. «No se nos informa de nada más; ni donde comenzarán, ni cómo afectarán a la circulación de vehículos, ni cuándo piensan acabar, ni la empresa constructora», asevera el residente Llorenç Pons. Además, desde la Asociación de Vecinos de Son Vitamina creen que Mascaró está dejando la puerta abierta a «cobrar las contribuciones antes de tiempo», es decir, a no cumplir con el aplazamiento de los tributos prometido hasta la finalización de las obras que anunció el propio regidor en el pleno del pasado 1 de agosto.

Sin embargo, el concejal insiste en que el compromiso continúa vigente y que las contribuciones «no se pagarán hasta que no hayan acabado las obras». «Será entonces cuando sepamos exactamente cuánto costará. Nunca nos pasaremos de la cantidad económica comunicada a cada vecino», asegura con rotundidad.