No es la única playa que se ha visto modificada y por tanto, ha perdido visitantes esta temporada, turistas que se han desplazado a otros puntos del litoral. Los temporales se llevaron la arena en dos de las tres calas más próximas a la urbanización de Sant Tomàs, en Es Migjorn Gran, y de parte de otra. La arena desapareció por completo en San Adeodato, en buena parte de Binigaus y en un tramo de Sant Tomàs, convirtiendo muchos metros de playa en un pedregal, muy distinto de la imagen turística y paradisiaca tradicional. Las alarmas se encendieron ya al inicio de la temporada, en marzo, cuando se vio que la arena no retornaba.
La playa de Sant Tomàs ha pasado del 91 por ciento de su capacidad de carga en 2023, con un recuento máximo de 1.435 personas, a un 68 por ciento en 2024 con una cifra máxima de 1.069; el descenso es mucho más pronunciado en San Adeodato, que el año pasado registró una frecuentación de usuarios del 158 por ciento de su capacidad de carga y un recuento máximo de 820 personas, mientras que este año ha tenido un máximo de 198 personas y ha estado al 38 por ciento de su capacidad.
En cuanto a Binigaus, de soportar cerca del doble de la capacidad de carga de la playa (173 %) en 2023, con un recuento máximo de casi un millar de personas (965), este año se ha pasado al 91 por ciento, con la mitad de afluencia que el año anterior, el recuento máximo indica 506 personas.
Otro gran arenal que se vio afectado por problemas de vertidos y de fenómenos naturales fue Son Bou. En mayo ya ondeó la bandera roja, en principio en solo una parte, para dar salida al agua estancada en la zona húmeda, clausurándose unos 200 metros de playa; más tarde el viento empujó el vertido y hubo que cerrar todo el arenal, incluida la parte de Atalis. A finales de mayo se reabría.
En agosto Son Bou volvió a ser castigada esta vez por las lluvias torrenciales de la DANA y las corrientes que van a parar a la zona húmeda y a la playa. Como consecuencia de estos fenómenos adversos, y pese a ser una de las playas más grandes, turísticas y visitadas de Menorca, también se resintió en cuanto a número de bañistas; el recuento máximo este año en Son Bou-Urbanización fue de 2.205 personas, con un 41 por ciento de su capacidad de carga, mientras que en 2023 se llegó a 3.625 usuarios y un 67 por ciento.
En Son Bou-Atalis los datos recogidos indican que la frecuentación se mantuvo similar al año pasado, la cala tipo B (natural), soportó un 28 por ciento de su capacidad de carga (en 2023 fue el 25 %), con un recuento máximo de 678 personas frente a las 616 del verano anterior.
5 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Que mal va el clima cambiatico desde que ya no hay gota fría y ahora todo son Danas.
RozBEstimat RozB, jo el que sé és que fa 40 anys molts menorquins tenien la casa o el pis pagat i a més un xaletet en alguna urbanització propera. Ara mateix no poden pagar un pis en tota una vida treballant. Això és el que sé i veig.
Hasta aquíI do understand why you say this but when no-one comes as you hope will you ALL still be able to live on Menorca without any tourists? Are all the people who run businesses in Cala en Porter, Son Bou and especially Santo Tomas foreign or are you also happy to see fellow Menorcans lose their living?
Lo de sant tomás no tiene nada que ver con la dana, fueron los temporales del invierno que dejaron la playa sin arena, la dana vino mas tarde.
Gran noticia para Menorca. Ojalá sigan los problemas.