El piso se encuentra en una de las barriadas de Maó y antes alojaba a mujeres maltratadas.  | ARCHIVO

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La comunidad de propietarios de un bloque de pisos ubicado en una poblada barriada de Maó, en el que la institución insular tiene una vivienda alquilada para fines sociales, ha hecho saber su hartazgo e impotencia por la suciedad y los ruidos que soportan desde hace tres meses, sin que se les haya dado una solución.

En esa vivienda el Consell tiene alojados a los menores de edad, de hasta un máximo de 11 años, que están bajo su tutela. Son los niños y niñas que habían ocupado primero un piso cedido por el Fons Menorquí de Cooperació para que descongestionaran el notable aumento de residentes en la Casa de la Infancia durante la pasada primavera. En julio cambiaron de ubicación porque el piso actual, una vivienda antigua pero de mayor superficie, resulta más adecuado para ellos, explicó el Consell hace unas semanas.

La decisión de la Conselleria de Bienestar Social que preside Carmen Reynés fue la de cambiar el uso de este piso que tiene alquilado a un particular desde hace unos años. Hasta julio estaba destinado a mujeres maltratadas que precisaban una vivienda-puente antes de valerse por sí mismas tras haber sufrido episodios de maltrato.

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Una decena de menores

En un mismo día estas mujeres se marcharon a otro inmueble y entraron los 10 menores que cuentan con la asistencia permanente de personal del Consell. Desde esa jornada comenzaron los problemas que los vecinos trasladaron a la institución insular «y nos dijeron que sería cuestión de pocos meses porque era una situación transitoria».

Sin embargo, desde entonces, «los ruidos son constantes, y la suciedad y la porquería en la escalera se ha multiplicado, es insoportable lo que estamos viviendo», explica la presidenta de la comunidad del bloque formado por diez pisos.

La propietaria, como el resto de vecinos, exculpan a los menores «porque son niños, pero no deberíamos ser nosotros quienes suframos un problema social que está afectando a la comunidad y a la vida de cada uno», señala la presidenta.

Tras reunirse con el responsable de menores del Servicio Insular, la consellera y la directora de la Casa de la Infancia, no se les ha dado ninguna solución, indica, e incluso lamenta la atención recibida «porque parecía que los culpables somos nosotros por ser poco solidarios cuando se trata de un problema que debe solucionar la administración sin que nos genere estas molestias permanentes».

El apunte

El traslado a la casa cedida por el Ayuntamiento va para largo

Bienestar Social pretendía trasladar a estos menores tutelados a la casa cedida por el Ayuntamiento en el centro de la ciudad la pasada primavera. Esas intenciones se vieron frustradas porque la casa no cumple la normativa de seguridad para este uso residencial por lo que es necesaria una reforma cuyas obras carecen de fecha de inicio puesto que todavía no dispone de licencia para ellas.