En la zona de Shangri-La el registro oficial sitúa cerca de 40 casas con licencia turística | Gemma Andreu

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El Consell insular revisará una por una las licencias de alquiler turístico otorgadas a viviendas ubicadas en suelo rústico, con especial atención a los cerca de 40 chalés fuera de ordenación de la frustrada urbanización de Shangri-La que están de alta en el registro oficial del departamento de Ordenación Territorial y Turística pese a encontrarse en pleno Parque Natural de S’Albufera des Grau, una zona de máxima protección medioambiental.

Lo afirmó este viernes la consellera Núria Torrent, quien avanza que por el momento se han detectado siete chalés que lograron los permisos entre los años 2013 y 2014, cuando el PTI ya restringía la actividad turística en viviendas de campo a aquellas construcciones anteriores al año 1960 y que pudieran acreditar el funcionamiento efectivo de una explotación agrícola, ganadera o forestal. En este punto cabe recordar que las viviendas ubicadas en la zona de Shangri-La se construyeron a principios de los años 70.

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La consellera explicó que ahora habrá que analizar la vía por la que estas viviendas lograron autorización en un momento en que la Ley Turística ya había introducido –con el argumento de la simplificación administrativa– la figura de la declaración responsable de inicio de actividad, que permite a los propietarios empezar a explotar turísticamente sus viviendas, comprometiéndose a cumplir con los requisitos legales y sujetos a la posterior comprobación de la veracidad de la información.

Desde el departamento de Ordenación Turística y Territorial también están detectando otra casuística mucho más complicada de abordar jurídicamente, la de viviendas que lograron licencia turística en los años 80, cuando bastaba una comunicación básica, prácticamente exenta de requisitos. El Consell, que ya ha empezado a realizar esa labor de cribado en suelo urbano, pretende dar de baja las autorizaciones en los casos en que ya no se ejerza la actividad. En el supuesto de que los propietarios continúen con la explotación, la situación se complica ya que retirar una licencia que se dio legalmente en su momento podría dar paso a la reclamación de indemnizaciones a la administración.

El apunte

Ha dado de baja más de 20 autorizaciones turísticas de los años 80 en zonas urbanas

El departamento de Ordenación Territorial y Turística del Consell ha optado por iniciar la labor de peinado del registro oficial de licencias turísticas en primer lugar por las zonas urbanas, al entender, según defiende la consellera Núria Torrent, que son prioritarias por la incidencia que tiene el fenómeno del alquiler turístico en el problema de acceso a la vivienda. Este trabajo de revisión ha revelado una realidad, las viviendas, de todas las tipologías, que lograron autorización en los años 80, cuando la laxitud normativa permitía iniciar esta actividad económica con tan solo una simple comunicación previa. Desde el Consell explican que se han detectado más de 20 viviendas que contaban con número de licencia, pero que ya no llevan a cabo la actividad, por lo que han sido dadas de baja y retiradas del registro oficial. Esta labor de depuración del registro de licencias continuará ahora por la oferta ubicada fuera de urbanizaciones y pueblos, en el suelo rústico.