Una de las áreas de aportación de residuos por el puerta a puerta en Es Castell. | Gemma Andreu

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Es Castell es, desde el pasado mes de abril, el primer municipio de Menorca que ha borrado del mapa los contenedores de basura en las calles para apostar íntegramente por la recogida puerta a puerta. El nuevo sistema ha permitido alcanzar el 80 por ciento de separación en origen de los residuos domésticos, cuando hace un año apenas era el 20 por ciento, lo que convierte a esta localidad en la única de la Isla que cumple los objetivos de la Unión Europea para 2025.

Los datos oficiales divulgados este lunes por el Consell muestran, no obstante, un fenómeno cuanto menos sorprendente. El total de residuos recogidos en el pueblo ha bajado un 40 por ciento desde la implantación del puerta a puerta. ¿Qué ha pasado con toda la basura que antes se depositaba en los contenedores y ahora no llega a los cubos individuales?

Desde el Consorcio de Residuos descartan que esta basura acabe en los contenedores de los pueblos vecinos, como Sant Lluís o Maó, si bien desde el consistorio lluïser sí denunciaron en su momento la llegada de coches que dejaban allí sus basuras.

«Los datos de recogida en otros municipios no han experimentado un aumento que justifique la recepción de estas cantidades», apuntan desde el organismo del Consell que gestiona las basuras, «por tanto se considera que la disminución puede ser debida al mismo efecto del puerta a puerta que motiva que se haga una correcta gestión de los residuos».

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En Maó no desciende la basura

No ocurre lo mismo en Maó, donde la mitad de la ciudad sigue con los contenedores en las calles. En este caso, la basura generada sumando todas las barriadas no ha disminuido y también se ha detectado que personas del centro acuden a depositar sus bolsas en los contenedores que se mantienen en las afueras.

En la capital de Llevant se calcula que el 45 por ciento de la población ya está obligada a dejar los cubos en la puerta de casa. La recogida separada en origen se ha duplicado en Maó respecto al sistema anterior y ya alcanza el 50 por ciento de los residuos en el conjunto de la ciudad, y se acerca al 80 por ciento en los barrios que ya han hecho el cambio.

También se detecta que algunos residuos como voluminosos y restos de construcción, que antes acababan en el contenedor de la vía pública, ahora se derivan correctamente a gestores autoritzados o a la red de deixalleries.

El Consell, satisfecho con los datos

Desde el Consorcio de Residuos destacan que ocho meses después del inicio de la implantación del nuevo sistema en Es Castell y Maó los datos muestran «una mejora sostenida en los porcentajes de recogida separada» y su consecuencia directa: una reducción de las cantidad de residuos que acaban enterradas en el vertedero de Milà, al llegar hasta la planta de tratamiento menos basura mezclada.

En el resto de municipios de Menorca, los contenedores grises para la fracción de rechazo siguen llenos de residuos que se podrían reciclar. Se incumple allí, por tanto, los umbrales de reciclaje que exige la Unión Europea.