Menorca mantiene los focos de lengua azul, mientras crecen en Mallorca

En el caso de Mallorca, las explotaciones afectadas por la enfermedad se encuentran en los municipios de Sóller (9), Deià (8), Pollença (7), Esporles (2), Campanet (2), Escorca (2), Bunyola (1), Estellencs (1), Fornalutx (1), Andratx (1), Alaró (1) y Valldemossa (1). Además, hay otros posibles casos, a falta de conocer los resultados de las muestras, en los municipios de Binissalem, Inca, Lloseta, Calvià, Palma, Puigpunyent y Santa Margalida. En cuanto a Menorca, no se ha detectado ningún foco nuevo, y se confirman los cuatro declarados en Ferreries, Ciutadella de Menorca y Es Migjorn Gran (2).

El director general de Agricultura, Fernando Fernández, en relación con la reunión mantenida con el Ministerio ha comentado que «ha habido un consenso basado en la normativa en vigor y en criterios técnicos. Valoramos de manera positiva esta flexibilización que confirma el protocolo que la semana pasada se había propuesto en las Illes Balears y se había comunicado a nuestro sector, y en el que faltaba confirmar cómo tenían que ser los movimientos de ganado desde el archipiélago a otras comunidades autónomas. Los acuerdos permitirán continuar la actividad ganadera, aunque, evidentemente, aplicando medidas de seguridad y vigilancia».

Todos los animales que vayan directamente a los mataderos tendrán que estar desinsectados y tratados con repelente. En cuanto a los movimientos entre comunidades de animales con destino a los cebadores o movimientos a vida, tienen que cumplir los siguientes requisitos: si son menores de tres meses, tendrán que estar desinsectados y tratados con repelentes. Si son mayores de tres meses, además de estar desinsectados, deberán presentar una PCR negativa, haber pasado una inspección y disponer de un acta firmada por un veterinario oficial.

En Balears entró en vigor un protocolo de movimiento de ganado dentro de les Balears. Entre otras cuestiones en ferias, certámenes y otras muestras ganaderas no se autorizan los movimientos de especies sensibles con destino a actividades de ocio o similares dentro del periodo de estacionalización. La Conselleria recuerda que es una enfermedad que no tiene incidencia sobre la salud pública.