Una trabajadora ayuda a una mujer mayor a asearse y peinarse en su domicilio. | ARCHIVO

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El Servicio de Atención a Domicilio de Alta Intensidad para mayores de 65 años comenzó a prestarse en marzo de 2023 y beneficia en la actualidad a una treintena de personas. La peculiaridad es que la ayuda se extiende a las tardes, los fines de semana y festivos; además se está ofreciendo el servicio de fisioterapia, «era el más demandado», señala el concejal de Servicios Sociales, Eloy Pons Gomila, si bien no ha sido posible –las licitaciones quedaron desiertas–, cubrir otras áreas como la podología y la atención psicológica, que también se contemplaban en este proyecto piloto que financia el Consell.

La valoración de los usuarios es «muy positiva», declara el edil, y la atención llega tanto a usuarios del núcleo de Sant Lluís como de las urbanizaciones costeras. El proyecto es por dos años, de modo que finalizará en marzo de 2025, y recibe un máximo de 400.000 euros del Consell a través de un convenio con el Ayuntamiento que se firmó la pasada legislatura.

Los socialistas pidieron en el último pleno que se extienda a otros municipios pero la propuesta no se aprobó, el PP apunta que eso dependerá de la justificación definitiva del proyecto y que, ahora mismo, esa fórmula, como acción piloto, no se puede llevar a otros pueblos. «Este servicio nació como proyecto piloto y para extenderlo tendremos que esperar a que finalice y ver cuál es la valoración y el instrumento jurídico adecuado si finalmente se amplía», explica Carmen Reynés, consellera de Bienestar Social. El área comienza a recibir ahora datos sobre el funcionamiento de este servicio, que empezó con 20 usuarios y ahora tiene casi 30. Para que pase de proyecto piloto a fijo y se aplique en otros municipios tendría primero que    incluirse en la cartera de servicios del Consell.