Playas como la de Binibèquer, en Sant Lluís, perderán arena en los próximos años. | Gemma Andreu

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El retroceso de las playas de Menorca que se ha producido desde los años cincuenta, solo es un anticipo de lo que está por venir si la humanidad no se toma más en serio los efectos del cambio climático, y reduce a una mayor velocidad la emisión de gases contaminantes. Según los últimos estudios del Centro Oceanográfico de Balears, el 20 por ciento de las playas del Archipiélago habrán desaparecido a finales de siglo, y la subida del nivel del mar también tendrá consecuencias importantes en el resto de arenales, puesto que el 62,18 por ciento desaparecerán cuando haya tormentas, dejando el litoral desprotegido.

Según Gabriel Jordà, investigador del Instituto Español de Oceanografía en Mallorca, en los próximos ochenta años el mar podría llegar a subir hasta 60 centímetros, ya que los efectos del cambio climático tienden a intensificarse. En el caso de Menorca, Jordà asegura que 71 de las 277 secciones en las que se dividen las playas de la Isla —aproximadamente el 25 por ciento del total— quedarán cubiertas por las aguas del Mediterráneo en un plazo de ochenta años si se cumplen las actuales previsiones.

Además, el resto se reducirán de promedio a la mitad y 201 de ellas desaparecerán temporalmente con las tormentas. En total, Menorca perderá el 60 por ciento de la superficie de las playas.

Entre los arenales que podrían desaparecer de manera completa o temporal, las previsiones del organismo público apuntan hacia playas tan emblemáticas como Binibèquer, Binigaus, Binimel·là, Alcalfar, Binidalí, Cala del Pilar, Sa Mesquida, Es Grau, Son Bou, Sant Tomàs o Son Saura, entre muchas otras. De todos modos, Jordà subraya que «más allá de las listas que podamos hacer con los arenales que resultarán más o menos afectados, hay que tener claro que todas las playas perderán arena».

Greenpeace también avisa

Esta semana Greenpeace se ha sumado a las voces que alertan sobre los efectos del cambio climático en el litoral, con la presentación del estudio «Crisis a toda costa 2024. Análisis de la situación del litoral ante los riesgos de la emergencia climática». En el estudio, la entidad denuncia que «la costa española empezará a perder playas en los próximos diez años, mientras la administración sigue sin aplicar políticas sostenibles».