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El cambio climático es una de las principales amenazas a las que se enfrenta la humanidad, y la comunidad científica no cesa de advertirnos sobre las consecuencias catastróficas que algunos de sus efectos podrían tener si no se toman medidas más contundentes para reducir las emisiones de gases contaminantes.

Pero los efectos del cambio climático no son únicamente una proyección de futuro, sino que ya son visibles en nuestro entorno. La subida del nivel del mar, por ejemplo, ya es una realidad, que en el caso de Menorca se traduce en la reculada de las playas. Y es que según el informe «Evolución de la línea de costa de las playas de Menorca 1956-2021», elaborado por la Sociedad de Historia Natural de Balears, la UIB y el OBSAM, los arenales de Menorca ha reculado una media de 4,8 metros a lo largo de dicho periodo.

A simple vista

En muchos casos, los cambios en las playas menorquinas se pueden apreciar a simple vista gracias al visor del IDE Menorca, que permite comparar fácilmente las fotos aéreas de 1956 con las últimas imágenes tomadas en 2023. Esta comparativa evidencia que algunos arenales de la Isla han retrocedido claramente y otros han perdido superficie de arena.

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El investigador del Instituto Español de Oceanografía, Gabriel Jordà, explica que desde los años cincuenta del siglo pasado el mar ha subido entre 15 y 20 centímetros, lo cual ya implica un retroceso del litoral. Además, los datos indican que desde los años noventa el mar crece a un ritmo de tres milímetros por año. Por ello, asegura que la reculada de casi cinco metros de la costa menorquina durante un periodo tan largo (1956-2021) se puede atribuir al cambio climático, aunque señala que cada playa responde a dinámicas muy concretas, por lo que sería necesario analizar cada caso para saber exactamente qué está ocurriendo.

Jordà también remarca que las playas responden de manera distinta según si se ha edificado en su parte posterior o no.    En los casos en que el arenal ha mantenido su entorno natural, a menudo la playa se desplaza hacia atrás y se mantiene la superficie total de arena. En cambio, si se ha construido un paseo marítimo    la playa no puede recular y pierde superficie. También influyen las construcciones dentro del agua, como los diques, que modifican las dinámicas naturales. «De todos modos, si miramos el punto exacto donde estaba la orilla del mar en los años cincuenta y lo comparamos con el presente, en general veremos diferencias», afirma Jordà.

[En las siguientes imágenes de diversas calas de Menorca se puede ver la pérdida de la arena. Mueva el cursor de izquierda a derecha para ver la diferencia]

Cala Blanca

Son Bou

Arenal d'en Castell

Cala Galdana

Sant Tomàs

El apunte

Un viaje al pasado del litoral de la Isla

El visor del IDE Menorca permite comparar las fotos aéreas tomadas en 1956 con las de 2023, lo que desvela que muchas de las playas de la Isla han perdido arena. Aunque este tipo de imágenes dependen del momento en el que se tomaron, y no permiten sacar conclusiones por ellas mismas, lo que muestran sí que coincide con los datos de los científicos, que certifican que el nivel del mar está subiendo y el litoral recula.