Los meses van pasando y cada vez quedan más lejos aquellos años, entre 2016 y 2017, en que Meliá preparaba el proyecto de transformación del complejo. La tramitación iniciada se ha encontrado con muchos impedimentos y, más de siete años después, todavía no ha conseguido licencia para desbloquear una inversión que la cadena calcula en unos 60 millones de euros. El caso está en los tribunales después de que los ecologistas del GOB presentaran un recurso contencioso-administrativo. A nadie se le escapa que edificaciones como esas a primera línea de costa se alejan del modelo de una Reserva de Biosfera y eso ha complicado las cosas para el grupo hotelero, que ha podido renovar toda su oferta hotelera en la Isla, menos el ‘Milanos Pingüinos'.
Apuesta
Comenzó invirtiendo en el ahora llamado Sol Falcó All Inclusive (Cala en Bosc), que elevó a cuatro estrellas. Después se centró en la reforma integral del Meliá Cala Galdana, que convirtió en un cinco estrellas y continuó con la apuesta por transformar el Sol Beach House (Sant Tomàs) en el flamante hotel cinco estrellas gran lujo Villa Le Blanc, el de mayor categoría de la Isla.
«Vimos que esa apuesta por la calidad tenía una recompensa importante, ya no solo en rentabilidad, sino en contribución a la riqueza», explicaba el CEO de la cadena, Gabriel Escarrer, durante la inauguración de este nuevo establecimiento. En la misma conversación lamentaba no poder poner en marcha la reforma de su último hotel de tres estrellas, una tipología en claras vías de extinción.
6 comentarios
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Que les den permiso para reformar como en todo el mundo. Pero aquí la bananera tiene que fastidiar . Que se lo regalen a ellos verás que rapidito lo reforman , diu es refrán comunista... repartir tot menos sa bicicleta meva
Se hacen las cosas mal y luego es imposible arregrarlas. En Menorca el inmovilismo está ya en nuestro ADN. Nos vamos a la mierda con esta gentuza!
RokurutaMillor cal fotin tots bax...I a pendre pes sac...a fer de pagesos tots
Que los derriben y adiós dolores de cabeza. Ganan ellos y ganamos nosotros.
Toda la primera linea de hoteles de Santo Tomás se han dejado reformar, se ha dejado incluso construir nuevos hoteles como en Santo Tomás, el Meliá de Cala Galdana se dejó reformar, en Punta Grossa (Macaret) hay kilómetros de primera linea de mar virgen a punto para ser construidos, se han permitido enormes nuevos desarrollos como en Son Parc y Coves Noves… en cambio los hoteles de Son Bou los tienen paralizados. Busquen el denominador común de los primeros y el diferencial del último, y entenderán el por qué.
Si volen contribuïr a s'illa de Menorca, que tirin baix els hotels Milanos-Pingüinos, que com admet sa redacció de sa notícia, són incompatibles amb una reserva de sa Biosfera