El último    pleno con el PP en el gobierno atrajo hasta el Saló Gòtic a decenas de personas. | I. P. D. R.

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El último pleno ordinario con el Partido Popular en el equipo de gobierno, fue una clara demostración de la polarización política existente en Ciutadella y de la crispación que suscitan asuntos como el «Caso pozos», en vísperas de la moción de censura que este viernes arrebatará, si no hay sorpresas, la vara de mando a la alcaldesa Juana Mari Pons.

Desde el inicio se intuyó que el pleno estaría ‘animado’. A las 19 horas y ya con los once ediles de la izquierda en sus sillones, los concejales del PP accedieron al Saló Gòtic entre aplausos. Al principio había una cuarentena de asistentes, pero en la hora que duró el plenario, se sumaron varias decenas más.

El equipo de gobierno tuvo el respaldo del senador Cristóbal Marquès, el diputado nacional Joan Mesquida, la diputada autonómica Maite Torrent, o la delegada de Educación, Alexandra Marquès. También, del exalcalde popular, Ramón Sampol, los exediles Sebastià Mesquida y Sili Pons, o la consellera de Economía, Maria Antònia Taltavull.

Las siete propuestas de acuerdo que se votaron, se aprobaron por unanimidad, salvo la relacionada con violencia de género, que contó con voto negativo de Vox. Fue su edil, Maite de Medrano, quien presentó la moción relativa al ‘Caso pozos’, para reclamar que, a partir de ahora, fluya la información relativa al asunto, entre los distintos grupos municipales.

La abstención de PSOE, PSM y Ciutadella Endavant permitió aprobar la propuesta, pero eso no restó reproches mutuos, con el PP y Vox. La alcaldesa resumió el asunto, echando en cara al tripartito que las irregularidades que investiga la Guardia Civil se produjeron bajo su mandato. Achaques que los presentes, mayoritariamente afines al PP, aplaudieron.

La izquierda fue correspondida con abucheos. Carla Gener (Ciutadella Endavant) acusó al PP de desmarcarse de un problema, el del agua, que viene de muy atrás, y que, defendió Sandra Moll (PSOE), los últimos ocho años se intentaron tomar medidas. Maria Jesús Bagur (PSM) insistió en ese aspecto, mientras que en la bancada de enfrente, Maite de Medrano y Juana Mari Pons continuaron culpando al tripartito por las irregularidades.

El apunte

Críticas por el protocolo firmado con la Agencia Tributaria balear

El pleno aprobó por unanimidad el protocolo de intenciones firmado por el Ayuntamiento y la Agencia Tributaria de Balears para abrir una delegación en Ciutadella. Aún así, los partidos de izquierda criticaron al PP por haberlo sellado sin haberlo llevado a plenario, y la alcaldesa apeló al «y tú más» refiriéndose a casos anteriores protagonizados por el tripartito. Tras los reproches, todos valoraron positivamente que la ATIB tenga sede en ponent.