Maria Soledad Ortega explicó sus problemas de salud en 2021. | Josep Bagur Gomila

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El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha dado la razón a María Soledad Ortega, residente en Es Castell hasta noviembre de 2021, y ha condenado al IB-Salut a indemnizarla con 30.000 euros por el retraso en diagnosticar y tratar el sarcoma, un tipo de cáncer, que padece.

Ortega explicó sus problemas de salud y de movilidad, agravados por el cáncer detectado en 2018, en una entrevista que concedió a «Es Diari» con motivo del Día Nacional de la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Ahora que la sentencia es firme ha dado a conocer su caso, relacionado con un retraso en el diagnóstico.

La paciente acudió a su centro de salud en julio de 2018 por un bulto en la espalda. Días más tarde volvía exponiendo que el bulto había crecido desde la anterior valoración y que le dolía a la palpación. Se le diagnosticó entonces como un lipoma, un tumor de tejido blando benigno. Las molestias fueron en aumento y la mujer continuó acudiendo a los servicios de urgencias. Pasados unos meses acudió a un centro privado, donde le indicaron que era un sarcoma y que debía hacerse una biopsia.

En diciembre el IB-Salut realizó las pruebas patológicas y confirmó el sarcoma. La mujer recibió quimioterapia pero tuvo una respuesta negativa y se tuvo que suspender. Pasaron 163 días desde el diagnóstico de lipoma hasta que los servicios de anatomía patológica determinaron que era en realidad un sarcoma. Además transcurrieron otros 42 días hasta que se extirpó.

María Soledad Ortega presentó una demanda reclamando más de 280.000 euros y argumentó que había sufrido secuelas y limitaciones importantes como consecuencia del retraso en el tratamiento. Alegaba que si el diagnóstico hubiera sido correcto desde el principio, la cirugía necesaria hubiera resultado menos invasiva y con mejor pronóstico.

Los magistrados constatan una «confluencia de errores y desatenciones» que provocaron un retraso en el diagnóstico correcto. Con todo, modera la indemnización al analizar cómo hubiera paliado los daños una intervención más temprana, que no podría haber evitado igualmente la cirugía. Sin embargo, «sí se puede afirmar que esta falta de diagnóstico temprano redujo las oportunidades de una posible mejor evolución o de un tratamiento menos agresivo».