La puesta de sol vista desde el puerto de Sanitja. | Katerina Pu

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El servicio de informadores y controladores para la entrada y salida de vehículos en la zona del Faro de Cavalleria se puso en marcha este lunes. Dicho sistema tiene como objetivo regular el acceso a un espacio natural de carácter protegido de aquellas personas que se acercan en vehículo privado para presenciar la puesta de sol.

Se trata del mismo servicio que se ofrece en otros puntos que resultan atractivos para ver este fenómeno, como pueden ser Favàritx o Punta Nati, los cuales cuentan con un bus lanzadera para evitar la masificación y que cosecharon un gran éxito durante el periodo de prueba. Precisamente, Cavalleria gozaba de este autobús el verano pasado gracias a la prueba piloto que se llevó a cabo, pero este año carece de él.

El motivo radica en que el Consell considera que la prueba fue «un fracaso», razón por la cual se canceló el servicio de este año a la espera de encontrar una «solución digna y viable» de cara al verano de 2025. No obstante, el Ayuntamiento de Es Mercadal lo considera «necesario» y acusa al departamento de Movilidad del Consell de «no colaborar». «Estamos bastante decepcionados con que no hayan querido ponerlo en marcha», afirma el alcalde del municipio, Joan Palliser.

Problemas y caos

El 15 de julio del año pasado, se iniciaba el servicio en Cavalleria en el marco de una prueba piloto que se extendió hasta el 15 de agosto. Es decir, un mes entero. Sin embargo, los resultados no estaban siendo los esperados debido al «caos» generado en la zona de acceso. «La organización no fue la que tocaba, el sitio era complicado, el acceso al faro tenía muchos problemas, el camino era muy estrecho...», enumera uno a uno los inconvenientes el conseller del departamento de Movilidad, Juan Manuel Delgado.

Colas de decenas de coches. Numerosos visitantes se acercaban hasta los controladores este lunes para informarse de qué estaba pasando a las puertas del control. | Katerina Pu
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A todo ello se sumaría el incivismo de algunos visitantes, a quienes se les indicaba que debían «dejar sus vehículos en el aparcamiento de la playa», el primero de los cuatro que hay en el camino que lleva hasta el faro, porque justo allí se ubica un último parking que ya «estaba repleto de coches».

«Algunos seguían nuestras instrucciones e iban hasta el faro en bus. Otros muchos cogían el coche e iban detrás del bus. Entonces, los usuarios del autocar se sentían engañados porque ellos pagaban y el resto no», explica Delgado, quien asegura que el concesionario encargado del bus lanzadera, Autos Fornells, comunicó a su departamento la intención de dejar de ofrecer el servicio y propuso efectuarlo en septiembre, «cuando había menos gente y era más fácil la organización». Según Delgado, desde el Consell se negaron porque había un contrato que cumplir hasta mediados de agosto.

En cambio, desde Autos Fornells aseguran que estaban «dispuestos» a hacerse cargo otra vez del servicio este año. «Se tendría que haber estudiado la propuesta, eso sí, pero no nos ha llegado», subrayan.

Solución a corto plazo

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Es Mercadal ha decidido asumir por su cuenta el coste de la contratación del servicio de informadores hasta el próximo 31 de agosto. Palliser considera esto un agravio comparativo respecto a Favàritx o Punta Nati, cuyos controladores están contratados por el Consell. «Frente a la negativa del Consell, teníamos preparada una partida presupuestaria para poner un bus lanzadera, pero no hemos llegado a tiempo para sacar la licitación», confiesa el alcalde.

En estos momentos, el primer edil considera que la situación supone «un peligro en caso de que haya una emergencia», al tratarse de una calzada muy estrecha en la que los coches aparcan a ambos lados pese a estar prohibido, dificultando un posible acceso de los servicios de emergencia.

El consejo de los informadores: «Id a la playa a ver la puesta de sol»

En el primer día del servicio de informadores en Cavalleria se formó una retención de una veintena de coches justo antes del primer control de entrada. Los dos trabajadores emplazados en este punto tan solo dejaban entrar un vehículo una vez se confirmaba la salida de otro. La larga cola y el prolongado tiempo de espera provocó que varios optasen por dar media vuelta y seguir los consejos de los controladores, quienes les invitaban a presenciar la puesta de sol en la misma playa: una alternativa mucho más sencilla y sin tantos agobios.

El apunte

Applatja, la web que controla el aforo de las playas, pero no el de los faros

La entrada caótica al aparcamiento de Cavalleria dista mucho de la forma ordenada a través de la cual se controla el aforo de vehículos en otros lugares de la geografía insular donde los turistas también acostumbran a amontonarse para ver la puesta de sol. Es el caso de las anteriormente mencionadas Favàritx y Punta Nati, cuyos accesos están regulados por el Consell.

A su vez, la institución controla el acceso de los parkings de Cala en Turqueta, La Vall, Son Saura y Macarella en el término municipal de Ciutadella. Para conocer el estado de su aforo puede resultar muy útil el apartado Applatja de la página web de Mou-T Menorca. Este informa en tiempo real del estado de los aparcamientos en dichas playas vírgenes. No obstante, este servicio no está disponible para los aparcamientos de los faros desde donde se ven las puestas de sol cuando podría ser una gran herramienta.

Por otro lado, la página web www.applatja.com tan solo informa de si una playa tiene parking y si, además, se puede llegar hasta ella en bus.