La llegada de turistas para alojarse con amigos o familiares ha aumentado considerablemente y ya supone el diez por ciento del total de visitantes.   

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Al que tiene una casa en Menorca le salen amigos por todas partes, sobre todo cuando llega la temporada de verano. La escalada de precios de los establecimientos hoteleros y la creciente demanda por pasar unos días de vacaciones en la Isla han hecho que en los últimos años crezca el número de turistas que llega a Menorca para alojarse en casas de amigos o familiares. La encuesta Frontur del Instituto Nacional de Estadística (INE) permite ponerle cifras a este fenómeno: en el último año completo desembarcaron en Menorca la friolera de 171.091 visitantes invitados    por residentes y propietarios de segundas residencias.

Para entender el impacto de este tipo de turismo en el destino hay que tener en cuenta que esos más de 170.000 visitantes representan más el 10,3 por ciento del tráfico de turistas que recibe la Isla a lo largo del año. El número de llegadas de los viajeros invitados es prácticamente equivalente al del segundo mayor mercado emisor de turistas a la Isla, el francés. Dicho de otro modo, si se le asignara una nacionalidad a este segmento de turistas se colocaría en el cuarto puesto del ranking, solo superado por el turismo nacional, el británico y el francés, y a una considerable distancia de otros como el alemán y el italiano.

Obviamente hay que tener en cuenta que se trata de una encuesta realizada a los turistas a su llegada al aeropuerto o a los puertos de entrada a la Isla. Los visitantes bien podrían ocultar a los encuestadores que en realidad llegan para alojarse en viviendas de alquiler turístico sin licencia y que sus supuestos amigos o familiares no son otra cosa que anfitriones que hacen negocio con las estancias. También es cierto que los turistas que dicen llegar a la Isla para alojarse en hoteles o en viviendas de alquiler podrían en realidad haber contratado sus vacaciones en la nutrida oferta ilegal de la Isla.

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En cualquier caso la estadística muestra    el creciente número de visitantes que afirman llegar para alojarse gratis en viviendas de familiares y amigos. Hace una década no llegaban a los 70.000 los turistas que pernoctan al margen de la oferta de alojamiento turístico y solo representaban el seis por ciento del total. El crecimiento reflejado en los datos es espectacular, aunque también hay que tener en cuenta que el INE realizó un cambio metodológico en el año 2015 que podría desvirtuar la comparación.

En cuanto al perfil de los turistas que llegan a la Isla para alojarse en casas de amigos o familiares, el INE revela que –como es lógico– la gran mayoría, en concreto el 76 por ciento, son españoles. Llama la atención en este punto que los casi 130.0000 turistas nacionales invitados a lo largo del año pasado representaron nada más y nada menos que el 19 por ciento del volumen total de visitantes españoles que recibe la Isla. El peso específico de este tipo de turismo en el mercado nacional es muy elevado.

Desestacionalizar

Julio y agosto son, como era previsible, los meses que generan una mayor demanda entre todas las tipologías de turista y también entre los que llegan sin intención de gastar dinero en el alojamiento. En ambos meses centrales de la temporada se concentra el 40 por ciento de las llegadas, aunque en el ranking mensual despunta el mes de abril como el tercero con más demanda de este tipo de turistas. La Semana Santa es un terreno bien abonado para la organización de vistas a familiares y amigos que tienen residencia en Menorca.

No obstante, los amigos y familiares, entendidos aquí como un colectivo de turistas, se muestran como el perfil de visitante que más termina contribuyendo al sempiterno objetivo de la desestacionalización. Las cifras hablan claro al respecto. Entre noviembre y marzo llega el 18,6 por ciento de este tipo de turistas, cuando en el cómputo global el número de visitantes que llega a la Isla en los meses de temporada baja no llega al cinco por ciento. Un ejemplo lo encontramos en el mes de enero, cuando los turistas que se alojan en casas particulares –supuestamente sin pagar– suponen más de la mitad del total. Los más de 30.000 visitantes que aportan en el global del invierno son una cifra a tener en cuenta, quizá no para el sector hotelero, pero sí para otro tipo de oferta de servicios de la que son usuarios como pueden ser los restaurantes, los comercios y las empresas de ‘rent a car’.

Las claves
  1. Casi el 20 % de amigos y familiares llegan en los meses de invierno

    El 18,6 por ciento de los turistas que van a casas de amigos lo hacen entre noviembre y marzo. En el global de visitantes ese porcentaje no llega al cinco por ciento.

  2. Más del 40 % de los visitantes ‘pasan’ de la oferta hotelera

    Menorca es la isla donde el sector hotelero tiene menos peso. Más del 40 por ciento de los turistas llegan de vacaciones al margen de la oferta hotelera.

  3. 120.000 turistas llegan al año para alojarse en segundas residencias

    Las estadísticas reflejan un flujo de llegadas de visitantes para alojarse en segundas residencias de 119.838 personas, menos que para ‘acoplarse’ en casa ajena.