Una profesora reparte los exámenes en la sala multifuncional del Canal Salat de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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La selectividad ha echado a andar un año más en Menorca. Un total de 426 alumnos en la Isla se enfrentan desde este martes y hasta el jueves a las Pruebas de Bachillerato de Acceso a la Universidad (PBAU).

Estos exámenes se llevan a cabo de manera simultánea en dos puntos distintos: desde 2019, en el recinto ferial de Maó, el cual acoge al alumnado de la parte de Llevant, y desde 2022, en la sala multifuncional de Canal Salat en Ciutadella, a la que acuden los estudiantes de la zona de Ponent tras un breve paso de dos años por el IES Josep Maria Quadrado.

A primera hora de la mañana, las optativas de Geografía y Química suponían las primeras pruebas para unos pocos. Sin embargo, la mayoría comenzaba a las 11.30 horas con la primera troncal, Lengua Catalana.

Es el caso, entre otros, de Aina Pons, alumna del IES Joan Ramis y Ramis y futura estudiante de Filología Hispánica que ya revela sus intenciones: «Yo solo he venido a hacer las cinco asignaturas obligatorias. Necesito un 5 para la carrera». Su voluntad es estudiar en Barcelona, donde la nota de corte es la misma que en prácticamente todas las universidades nacionales.

Alumnos en las pruebas de catalán en el Recinto Ferial de Maó. | Katerina Pu

Entre los concentrados, las posteriores recuperaciones y las clases de repaso, apenas ha tenido dos semanas libres para prepararse por su cuenta. Pese a ello, la lluïsera se mostraba «bastante tranquila» y afronta los exámenes sin ningún miedo, una línea bastante compartida por el resto de sus compañeros.

El filón de Química

«Ha sido muy pero que muy fácil en comparación con las cosas tan difíciles que nos ponía nuestra profesora en clase. La verdad es que nos ha preparado bastante bien», confiesa un convencido Izan Rincón tras realizar el examen de Química, una asignatura que le ha ido «muy bien durante todo el curso» y que le gusta «mucho».

Izan Rincón, un entusiasta de la Química. Katerina Pu

Interesado en las ciencias «en general», este alumno del ‘Ramis’ reconoce que al principio también le llamaba la atención Física, pero la nota de corte le ha acabado echando para atrás. Teniendo claro que se decanta por Química, que le gusta más, el deseo de Izan sería estudiar la carrera en Granada. «Mi hermano está en Girona y me ha dicho que mejor que me vaya al sur. Así que para allá que voy», apunta.

La culpable de este éxito del alumnado del ‘Ramis’ en las pruebas de Química es la profesora Brigitte Sintes. Justo después del examen, la maestra repasaba las preguntas junto a algunos de sus alumnos más destacados: Fiona de la Fuente, Ovi Allés y Leyre Maceda. «Los tres son de lo mejorcito del instituto», avisa Brigitte.

La primera quiere cursar Medicina en la Universitat Autònoma de Barcelona, al segundo le gustaría estudiar Ingeniería Química en Girona y a la tercera, lo mismo pero en la Politécnica de Madrid. «Tampoco le he dedicado mucho tiempo. No necesito mucha nota», asegura un Ovi que arrastra un expediente sobresaliente en Bachillerato.

Leyre Maceda Sánchez, Fiona de la Fuente, Ovi Allés Carreras y la profesora Brigitte Sintes. | Katerina Pu

Mientras que él es más tranquilo, sus dos compañeras son algo más nerviosas. Precisamente los nervios le han costado algunas horas de sueño a Fiona, que no ha podido dormir tan bien como le hubiese gustado. «Me he sorprendido a mí misma. Esta mañana seguía muy nerviosa en casa, pero cuando he llegado aquí me he tranquilizado bastante», asegura. «Dependo de Química y Biología, que son las dos optativas que me ponderan», reconoce la aspirante a Medicina.

Por otra parte, Leyre pensaba que iba a ser «más estresante con tantos temas», pero finalmente no ha sido así. «Creo que me he organizado bien», señala. Sobre la elección de la carrera, Leyre indica que tiene claro que quiere «seguir estudiando Química, pero sin dejar de ver Matemáticas o Física». «He intentado buscar una carrera más adaptada a mis gustos que no a un trabajo en concreto. Vi la dinámica y las asignaturas y me gustó», comenta.

Un formato desactualizado

«Este año se introducía un tema nuevo. Lo hemos preparado por completo en clase para que finalmente no haya salido ninguna pregunta», lamenta Brigitte entre risas, una profesora que no entiende que este año se siga apostando por el formato adoptado en 2020 a raíz de la pandemia.

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La sala multifuncional del Canal Salat de Ciutadella, dispuesta para los exámenes. | Josep Bagur Gomila

«Antiguamente el examen era opción A y opción B. Desde la covid puedes elegir cualquier pregunta de las dos opciones hasta contestar un total de cinco. Creo que este año ya no tocaba este formato. Al final han pasado cuatro años y este alumnado no ha tenido las mismas restricciones que los de entonces», afirma la docente.

Recurriendo a los talismanes

Si Ovi se aferraba a la camiseta de Eden Hazard en su época de máximo esplendor en el Chelsea para llamar a la suerte, Lluc Santiago, del IES Pasqual Calbó i Caldés, hacía lo mismo con una reliquia de los inicios de Messi en el Barcelona, con el nombre del argentino a la espalda. «Con esta ya se me han acabado los comodines», expresa entre carcajadas. Y es que los amuletos nunca vienen de más en momentos así.

Teniendo muy claro que quiere hacer INEF en Palma, Lluc no se pone nada nervioso de cara a la prueba. «Hemos hecho bastante trabajo y esperamos que vaya bien. Hoy ya no ha hecho falta trasnochar», indica relajado y muy seguro de sí mismo.

Lluc Santiago, con la camiseta de Messi, Adrián García y Abel Melià, antes de entrar al examen de catalán. | Katerina Pu

Sus otros dos amigos del ‘Ramis’, Adrián García y Abel Melià, querrían probar suerte en la carrera de Ingeniería Industrial y en Ingeniería Aeroespacial o Mecánica, respectivamente. «Yo estoy confiado, pero veremos ahora. Puede ser una ruleta», subraya Adrián, que ve díficil Historia de España por la «gran cantidad de temario» a estudiar y las lenguas, en las que puede aparecer alguna pregunta «extraña» y «no saber por dónde tirar». «¡También latín!», recuerda Lluc.

«Creo que puede ir bien y... no sé. A ver qué sale», pronuncia un Abel más desconcertado. En su caso, también tirador con arco al igual que Lluc y con excelentes resultados en campeonatos nacionales y autonómicos, tiene el honor de haber sido el ganador este mismo año de la primera edición de los Premios Vinculum convocados por el Institut Menorquí d’Estudis, para los que construyó una turbina de un motor de un avión de reacción con la impresión 3D aplicada a la aeronáutica y a la mecánica. Abel ya avisaba con antelación de por dónde quería encarar su futuro.

El estrés del último momento

Otro que persigue el mismo objetivo de cursar INEF es Max Grell, a quién le gustaría marcharse a Lleida. Con un 6,5 de nota media en Bachillerato, el mahonés espera no necesitar más de un 8 de nota final ahora que han quitado las pruebas físicas de acceso en la carrera.

Su jornada comenzó con Geografía, la optativa que ha elegido junto a Biología para que le pondere la nota. «Veo factible aprobar aunque depende de cómo sean los exámenes, porque cada año siempre hay un examen en el que se pasan con la dificultad», recalca.

Max Grell, saliendo del examen de Geografía sonriente. | Katerina Pu

Aunque Max arrancó el día a las 4 de la mañana, hora a la que se levantó para dar el último repaso. «He tenido mucho tiempo para prepararlo, pero la verdad es que no lo he aprovechado bien. Esta última semana he estudiado algo estresado», reconoce entre risas.

Su hermana mayor Gemma, que ya ha pasado por la misma situación, le aconseja que «no esté nervioso». «Me dice que no pasa nada si me sale mal, que sino ya haré un grado. Al final, no se muere nadie», sentencia. Y con razón.

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El ‘descarregador des Be’. A escasos días de hacer gala de su condición de ‘s’ajudant de s’Homo des Be’, Toni Bosch participa en la selectividad de este año. El último trámite académico antes de disfrutar de Sant Joan. | Josep Bagur Gomila

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