El buque ‘Ciudad de Granada’, de Grimaldi-Trasmed, opera en el puerto de Maó los martes y los fines de semana. | Gemma Andreu

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La naviera española Trasmed, perteneciente al grupo Grimaldi, negó este lunes las acusaciones realizadas por la Federación de Asociaciones Vecinales de Menorca con relación a un exceso de ruido y vibraciones del buque «Ciudad de Granada», que atraca habitualmente en el puerto de Maó, y no descartó dejar de operar en la rada mahonesa si se llega a demostrar que incumplen alguna normativa. Eso sí, desde la empresa no realizarán ninguna acción hasta que la Autoridad Portuaria de Balears les remite una notificación formal con las mediciones oficiales realizadas desde el mismo puerto.

De esta manera respondió el director de Relaciones Institucionales de Grimaldi-Trasmed, Miguel Pardo, a la amenaza    de emprender la vía judicial realizada por las asociaciones vecinales de la ciudad, que consideran intolerables las molestias «excesivas y prolongadas» que provocan los buques que atracan en el puerto de Maó, especialmente el «Ciudad de Granada».

Barco en buen estado

Pardo también descartó la obsolescencia del buque que realiza la ruta entre Barcelona, Alcúdia y Maó, ya que «cuenta con todos los permisos de navegación pertinentes», aunque reconoció que se encuentra al final de su vida útil, puesto que fue construido en el año 2001.

Además, desde la naviera señalan que a pesar de que disponen de un plan de renovación de su flota, en estos momentos no es posible la sustitución de dicho ferri, y tampoco se plantean una modificación de los horarios, ya que consideran que la operativa actual funciona bien y hay una demanda que justifica su mantenimiento. Cabe recordar que el «Ciudad de Granada» hace escala en el puerto de Maó todos los martes y los fines de semana, durante los cuales permanece durante 37 horas seguidas con los motores auxiliares encendidos para generar la electricidad que necesita.   

Por todo ello, Pardo afirmó que «el ‘Ciudad de Granada' es un activo que vale mucho dinero y lleva 23 años viniendo al puerto de Maó sin ningún problema, y antes que cambiar de barco, cambiaremos de puerto».

Asimismo, desde la naviera consideran que las mediciones realizadas desde la ciudad por la Policía Local de Maó no son válidas, puesto que la ordenanza municipal que regula los ruidos no se aplica en las instalaciones portuarias, por lo que insisten en que sea la APB la que lleve a cabo las mediciones y les notifique de manera oficial los resultados.

Pardo también mostró su extrañeza por las quejas de los vecinos. «Solo es este barco el que molesta y hace más ruido de lo establecido, o son todos los barcos que entran en el puerto y tenemos que cerrarlo al tráfico comercial», se preguntó.   

El apunte

Sale a licitación el sistema para conectar los barcos a la red eléctrica para que apaguen sus motores

Autoridad Portuaria de Balears (APB) ya ha sacado a licitación la instalación en el puerto de Maó del sistema cold ironing, que debe posibilitar que los buques y cruceros se conecten a la red eléctrica, lo que permitirá reducir las emisiones de gases contaminantes, así como el ruido generado por los motores.

El sistema hará posible, por ejemplo, que el ferri «Ciudad de Granada» pueda desconectar sus motores durante su estancia en la rada mahonesa, cuyo ruido ha provocado las quejas de los vecinos.

El coste de la instalación de la infraestructura eléctrica en los muelles del Cós Nou asciende a 3,3 millones de euros y contará con fondos europeos. Las ofertas se pueden presentar hasta el 29 de abril. Además, también ha salido a licitación la dirección de obra del proyecto por un importe de 136.939 euros. El nuevo sistema debe entrar en funcionamiento en 2025.