Uno de los dos únicos puntos de recogida fijos en el puerto, ambos en los dos extremos de la rada alejados de los locales. | Gemma Andreu

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Hace apenas dos semanas que ha comenzado a ejecutarse la recogida selectiva de residuos puerta a puerta en el perímetro urbano y en el puerto de Maó y las quejas se multiplican entre el colectivo de restauradores que tienen sus negocios en la zona de poniente de la franja marítima.

Omisiones en la retirada de las basuras, incomodidades diarias, falta de puntos de recogida fijos y también de espacio en los propios locales para almacenar los residuos hasta el día que corresponde sacarlos a la calle para su retirada son algunos de los graves inconvenientes que torpedean el trabajo de los restauradores. Además, las obligadas pérdidas de tiempo para trasladar las fracciones directamente a los dos únicos puntos de reciclaje que funcionan mediante tarjetas individuales para su apertura cuando es necesario deshacerse de ellos indignan a los empresarios de la zona. Por este motivo ya se han dirigido estos días al alcalde de Maó, Héctor Pons, a quien han solicitado una reunión en la que buscar soluciones, de acuerdo con el Consorcio de Residuos y Energía, responsable de la ejecución del nuevo sistema.

Cubos en las aceras frente a los locales afean la vista a los transeúntes del puerto.

«Este método en la temporada turística puede ser un desastre», resume Jon Riveros, responsable del local Ama-gi. Pone como ejemplo la recogida de los envases de cristal que se inició con un día a la semana, aunque ya se ha ampliado a dos por razones obvias. «Hay días que se olvidan de alguna fracción o directamente no pasan, o a mi me dicen que los baje a la acera, ¿pero cómo voy a dejar los cubos con cristales ahí en medio a expensas de que les peguen una patada y haya vidrios por todo?», se pregunta este empresario al igual que Alex Quevedo, titular del local Sa Tintina.

La recogida puerta a puerta puede funcionar en viviendas particulares, incluso en bloques de pisos «no lo ponemos en duda, pero este sistema tal y como lo han arrancado es fatal para los restaurantes y los bares», opinan ambos responsables.

La acumulación diaria de residuos les obliga con demasiada frecuencia a tener que cargarlos en sus furgonetas para depositarlos en los puntos de recogida de reciclaje, con el agravante añadido de que solo se han instalado dos en todo el puerto, uno de ellos en la Colársega, junto a la Costa de Ses Piques, y al otro lado del puerto, en las inmediaciones del restaurante Jágaro. «Tenemos que cargar la furgoneta de basura, y la mía ya huele fatal por tanto traslado». Haber retirado los contenedores que había frente a la Estació Marítima sin pensar en estas consecuencias y no poner un punto de recogida frente a ellos «es otro de los grandes errores que estamos sufriendo», señala Alex Quevedo. Era ahí donde podían depositar los residuos que generaban a diario y ahora quedan en los cubos frente a sus locales hasta que los recogen.

Con vistas a la llegada de turistas, «si todo esto no se corrige, la imagen que vamos a dar con estos recipientes llenos de vidrios, orgánicos o cartones en las aceras ante los locales va a ser una imagen lamentable», explica Jon Riveros. La retirada de vidrios, por ejemplo, debería ser diaria, reclaman.

El propietario de Sa Tintina asegura que hace la recogida como marcan las normas «pero cuando veo que otra gente llena mis cubos con otros residuos que no corresponden a ese día y luego me encuentro la pegatina del Consorcio diciendo que no se los han llevado porque no estaban correctos, me desespero». Repite, por este motivo, que «el puerta a puerta está pensado para particulares pero para ocio y restauración es imposible que funcione».

El apunte

«Hay incidencias pero falta más tiempo, buscaremos soluciones»

Mateu Aínsa, director insular de Medido Ambiente, admite que se han producido incidencias en el sistema, «en el puerto acaban de empezar, es fácil que los chóferes hayan caído en alguna omisión de recogida, falta más tiempo, pero buscaremos soluciones». Subraya que «el Consorcio ejecuta la recogida pero hay cuestiones que corresponden al contrato que tiene firmado el ayuntamiento», como por ejemplo la falta de espacio en los locales para guardar los residuos hasta el día de recogida». En todo caso, Aínsa, adelanta que los primeros datos generales del sistema están siendo muy positivos.