Imagen de la entrada de la finca que ha levantado las sospechas del GOB. | Gemma Andreu

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El Consorcio para la Protección de la Legalidad Urbanística en Suelo Rústico ha tomado nota de la denuncia presentada por el GOB, que alerta de la construcción de un circuito de motocross, un jardín de césped de grandes dimensiones y varias edificaciones nuevas en suelo rústico, en concreto en una finca situada en el término municipal de Maó, entre Sant Climent y Binixíquer

El organismo dependiente del Consell ha respondido al grupo ecologista con un acuse de recibo. Su presidenta y consellera de Ordenación del Territorio, Núria Torrent, ha indicado a este diario que la tramitación del caso se hará de acuerdo al «orden riguroso» de incoación de asuntos de naturaleza homogénea, que llegan a ese organismo dependiente de la primera institución insular, lo que retrasaría la inspección que pretende la entidad ecologista en la finca reseñada.

El Ayuntamiento de Maó no respondió ayer a este diario si estas construcciones disponían de la correspondiente licencia y se remitió al Consorcio, aunque sí confirmó que no se había recibido ninguna denuncia relacionada con la finca.

140 toneladas de agua al día

La posible irregularidad urbanística alerta a la agrupación ecologista no solo por las construcciones que se hayan podido llevar a cabo en el terreno sino porque el jardín de césped requiere de entre 6 y 8 litros de agua diarios por metros cuadrado durante el verano, lo que supondría el consumo de 140 toneladas al día, equivalentes a unas 800 personas que viven en un núcleo tradicional.

Corresponde al Consorcio de Disciplina Urbanística y el Servicio Insular de Patrimonio comprobar si estas intervenciones en suelo rústico tienen cobertura legal o se han realizado sin las pertinentes licencias, explica el GOB en la información que ha hecho pública.

La entidad ecologista, además, lamenta que se estén ejecutando transformaciones como las detectadas en terreno protegido «por parte de personas que, supuestamente, se ha enamorado de Menorca» aunque posteriormente genera impactos que degradan los valores ambientales de la Isla.

El relato de los hechos

El GOB ha detectado la existencia de este circuito de motocross, un jardín de césped de grandes dimensiones y varias edificaciones en una finca situada en el término municipal de Maó, entre Sant Climent y Binixíquer, e identificada en su entrada con el nombre de «Las Boyeras del Sur».

La entidad ecologista remitió el lunes la información que ha podido recopilar, tanto al Consorcio de Disciplina Urbanística, dependiente del Consell, como al Servicio Insular de Patrimonio para que tengan conocimiento de la posible irregularidad considerando que estas actuaciones se han realizado en suelo rústico.

La finca, «Las Boyeras del Sur», segregada de otra de mayor tamaño, se halla a mitad de camino entre la pedanía de Maó y la urbanización del mismo municipio, al lado izquierdo de la carretera en dirección a Cala en Porter.

Imágenes aéreas a las que ha tenido acceso el GOB muestran el circuito de motocross, de unos 13.000 metros cuadrados, muy cercano a la paret seca que delimita el terreno con la carretera. El portón de la finca se halla protegido por una lona verde que limita el campo de visión aunque en el día de ayer sí pudieron observarse máquinas y obreros trabajando.

El grupo ecologista, no obstante, también ha advertido la construcción de nuevos volúmenes de edificios y la plantación de un jardín de césped que abarca una superficie de unos 20.000 metros cuadrados. Interpreta, por tanto, que se han destruido centenares de metros de paret seca.

En el terreno donde se ubica la propiedad hay constancia de la existencia de un conjunto de cuevas, de ahí que el GOB también haya comunicado esta información al Servicio Insular de Patrimonio.