Ferreries es el primer destino de Muñoz. A sus 41 años, logra una plaza de interino por tres años, pero en sus planes está continuar estudiando, ya sea para consolidar su puesto en la localidad al peu de S'Ermita, o en Ciutadella, donde reside su familia. «He cumplido el objetivo de ser policía en mi isla, lo quise desde que era pequeño», pero su vida fue tomando otro rumbo, a medida que se iba abriendo camino en el deporte profesional. También es cierto que «en España nunca había visto un policía negro, y aunque nadie me había dicho que yo no pudiera, no tenía referentes» que ayudaran a creer que algún día podría llevar uniforme.
«Siempre he tenido un gran sentido de la justicia y los valores, siempre pensé en cómo podría ayudar y poner mi granito de arena». Por eso, se fue con 19 años a Barcelona, donde «estudié Derecho dos años en la Universitat de Barcelona, pero lo dejé, no era lo mío, soy una persona activa», confiesa el nuevo agente, quien luego obtuvo el título superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas.
Mientras, iba adentrándose en el campo de la lucha y veía que podía aspirar a algo más que ser «campeón de barrio». Fue así que se planteó dar el salto a «Ámsterdam, la capital mundial del kickboxing, donde hay los mejores gimnasios, los mejores entrenadores», dice Muñoz.
«Casi no sabía inglés, fue duro», pero echó raíces en Países Bajos. «Estuve 15 años», los últimos 5 con su pareja, Yolanda, «lo dejó todo para estar conmigo», y allí nació Keyra, que ahora tiene 16 meses. Según Muñoz, fue ahí que «decidimos volver a Ciutadella, estamos muy contentos».
Ahora, el deportista inicia su andadura en la Policía Local de Ferreries «con muchas ganas e ilusión, la bienvenida que me han dado todos ha sido fantástica, me están ayudando mucho» en el aprendizaje que supone un nuevo trabajo.
El apunte
Un historial con numerosos títulos deportivos y dos licenciaturas
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
... no pasa nada, eso nos pasa a muchos... lo de estudiar una cosa, y terminar trabajando en otra que no tiene nada que ver... tranqui...