La prueba permite detectar las anomalías cromosómicas más frecuentes, como es el caso del síndrome de Down.

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El Hospital Mateu Orfila amplía la cartera de servicios para las embarazadas con un cribado prenatal avanzado para detectar las anomalías cromosómicas más frecuentes, como es el caso del síndrome de Down. Perteneciente al Servicio de Tocoginecología y el Laboratorio de Bioquímica del 'Mateu Orfila', se trata de una técnica que se encuentra en periodo de implementación en todos los hospitales del Servicio de Salud.

Es una prueba de cribado no invasiva, más precisa que el cribado convencional, y consiste en encontrar células del bebé en la sangre de la madre por medio de una analítica que se envía al Hospital Universitario Son Espases, el único hospital público de Balears dotado con el equipo y la tecnología necesaria para procesar esta prueba de alta complejidad. El jefe del Servicio de Tocología, el doctor Juan Carlos Hermoso, asegura que «la fiabilidad de este test denominado DNA fetal es del 99 por ciento frente al 85 por ciento de la criba convencional».

Se trata de una técnica muy demandada y reivindicada largamente por los hospitales, por lo que su incorporación en la sanidad pública «representa un paso importante en la mejora de la detección y facilita el acceso a esta prueba por parte de las mujeres embarazadas puesto que, hasta ahora, solo se podía hacer en las clínicas privadas», explica el doctor Hermoso.

Solo bajo indicación médica

La realización de esta nueva técnica será por indicación de los ginecólogos y siguiendo criterios clínicos, informan desde el Área de Salud de Menorca. Solo se ofrecerá a las gestantes que, en la prueba del primer o segundo trimestre de embarazo, presenten un riesgo intermedio de que el bebé sufra alguna de las alteraciones cromosómicas más frecuentes.

En caso de riesgo bajo, se continuará con el protocolo habitual de seguimiento del embarazo y si el riesgo es muy alto la recomendación es confirmar los resultados por medio de una biopsia corial o amniocentesis. En la actualidad, menos del 2 por ciento de las cerca de 500 mujeres que cada año dan a luz en el Hospital Mateu Orfila se someten a estas pruebas invasivas, que consisten en extraer una muestra pequeña de placenta o líquido amniótico.

El jefe del Servicio de Tocoginecología, el doctor Juan Carlos Hermoso, subraya que «el DNA fetal no es una prueba diagnóstica sino de cribado» e insiste en que «para una confirmación absoluta siempre se tendrá que hacer una prueba invasiva».