Un año de retraso en la rehabilitación del puente del puerto de Ciutadella

El 26 de noviembre del año pasado, la entonces gerente de Ports, Cristina Barahona, estimaba en el    MENORCA que el inicio de las obras tendría lugar en enero de este 2023, una vez se había constatado que el estado de conservación de la estructura era peor de lo contemplado inicialmente. Eso suponía retrasar un par de meses el comienzo de la intervención,    la cual tendría que ser más importante.

En enero no empezaron las obras, ya que el anuncio de licitación no lo publicó Ports hasta el 22 de febrero, e incluso, el 2 de marzo se hizo una rectificación en el pliego de condiciones.

Concurrió una única empresa y el proceso de adjudicación concluyó el 22 de junio, con la formalización del contrato a favor de Route Pont SL (iba a subcontratar las obras a Talleres Milán SA), por un importe de 256.068 euros y un periodo de ejecución de tres meses. Sin embargo, las obras no llegaron a iniciarse.

Noticias relacionadas

Los camiones no cruzarán el puente maltrecho del puerto de la Colàrsega de Ciutadella

Nuevo proyecto

Según reconocían hace unos días desde la Conselleria del Mar y el Ciclo del Agua, de la que depende Ports IB, el primer proyecto, de 631 páginas, fue cancelado incluso después de haberse adjudicado, al no recoger todas las patologías que presenta el puente. Era preciso modificar los planes, ya que se observaron deficiencias en cuanto a las condiciones de seguridad, pues no quedaba garantizada la resistencia de la estructura.

Tanto es así, que en estos momentos los técnicos están trabajando de nuevo en la reelaboración del proyecto, y se espera que próximamente pueda reiniciarse el correspondiente proceso para que puedan ejecutarse las obras.

Puente histórico

Como recogía, un año atrás, el ingeniero de caminos, canales y puertos, José Antonio Fayas, el puente de hierro fundido, que une los muelles norte y sur del puerto de Ciutadella, fue construido en 1883. Fue el resultado del proyecto redactado en 1870 por el ingeniero menorquín Francisco Prieto y Caules, quien, tras descartar varias opciones, diseño un puente de «fundición y en arco» de 15 metros de longitud y cinco de ancho. Aunque inicialmente se planteó que elaborara la estructura una fundición de Maó, finalmente fue a cargo de la empresa    de Can Maneu, de la familia Oliver, ubicada en Palma.

La estructura llegó a Ciutadella vía marítima. Según aporta Fayas, el proyecto tardo 13 años en hacerse realidad y supuso una inversión de cerca de 1.500 escudos de la época.