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Las borrascas que estos días han azotado la costa sur de Menorca, con rachas de viento de hasta cien kilómetros por hora de llebeig y ponent, se han cebado especialmente con Cala Galdana, donde el paseo marítimo ha sufrido importantes daños causados por la fuerza del mar.

Si el sábado la playa ya vio como la arena desaparecía bajo las aguas, y el emblemático pino del centro del arenal no podía resistir los embates del temporal, este domingo la cala ha amanecido con el paseo acordonado por la Policía Local, después de que la pared que protege el paseo haya cedido ante el empuje del mar. De momento, se ha restringido la circulación de los vehículos, aunque se ha dejado abierto al paso a los peatones.

La parte más afectada es el tramo más estrecho del paseo, el que va desde el quiosco hasta la torre de salvamento, cerca del segundo chiringuito. Además, el temporal marítimo también ha tumbado el otro pino de la playa que estaba protegido por un muro de piedra seca.