De Medrano, De las Heras y Coll, reunidos con militantes este viernes en Maó | Gemma Andreu

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Una semana después de que Xisco Cardona dimitiera como coordinador general de Vox en Menorca, la cúpula del partido en Balears intentó este viernes insuflar ánimo en los afiliados con una visita relámpago de Patricia de las Heras y Fulgencio Coll, presidenta y vicepresidente de la formación respectivamente. Tras una reunión de dos horas con la militancia en la sede de Portal de Mar en Maó, lo único que trascendió es que no hay cambios de momento, la estructura interna se mantiene con dos mujeres al frente, la consellera y concejala de Ciutadella, Maite de Medrano, y la vicecoordinadora Pilar de Vicente, además de los coordinadores locales y de juventud.

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De las Heras y Coll llegaron a Menorca –el secretario general Sergio Rodríguez finalmente no pudo viajar–, con la misión de explicar a la afiliación de primera mano lo sucedido en Palma, donde se gestó la crisis a raíz de las exigencias de Vox al Govern para implantar la libre elección de lengua. También con el objetivo de tranquilizar a sus bases y recoger propuestas que, aseguran desde el partido, se analizarán y, en base a las mismas, se tomarán decisiones para recomponer Vox en la Isla.

Desde la formación se valoró positivamente que, a pesar de la crisis interna, no ha habido bajas de afiliados y que estos quieren seguir trabajando para que Vox crezca en Menorca y mejore sus resultados en próximas citas electorales.

El apunte

Sin relevo por el momento para Xisco Cardona, el líder dimitido

De las Heras y Coll volaron de regreso a Palma este viernes por la tarde sin realizar declaraciones. El partido solo informó de que, por ahora, no hay relevo en la coordinación de Vox en Menorca,  plaza vacante desde que Xisco Cardona decidiera abandonar su militancia y el grupo parlamentario para pasar a ser diputado no adscrito, así como también concejal no adscrito en Maó. El origen de la crisis está en la exigencia de Vox de implantar la libre elección de lengua en la educación y de bloquear los presupuestos autonómicos para lograrlo, algo con lo que no comulgó Cardona.