Su curso aborda el racismo en la salud pública, ¿por qué es necesario tratar el racismo?
—Porque tiene consecuencias reales en la salud de las personas racializadas en el mundo, pero también en España. Consecuencias directas e indirectas, muchas poblaciones migrantes tiene limitado el acceso a la salud pese a que la consideremos universal. Existen trabajos institucionales y sociales que imposibilitan este acceso y es una urgencia ampliar esta conversación y llegar a acciones que pongan remedio a esta situación.
El curso «Racismo y Salud Pública» repite con una segunda edición que también se ha completado. ¿Una buena señal de que sí preocupa e interesa abrir estas conversaciones?
—Desde hace un tiempo observamos que hay un interés creciente. En el caso de la Escola de Salut Pública de Menorca, la acogida de las personas inscritas ha sido extraordinaria. Hay ganas de aprender nuevos marcos conceptuales y trabajar en ellos.
¿Por qué sigue siendo un tema tan poco abordado a estas alturas del siglo XXI?
—No sabría dar una única respuesta. En lo que se refiere al caso de España existe muy poca investigación que se centre en la raza en comparación con otros países como Estados Unidos o Reino Unido. Aquí estamos unos 20 años por detrás de ellos por cuestiones ideológicas, por cómo concebimos la raza… o tal vez, tenemos muy interiorizado el concepto de multiculturalidad y con eso nos basta.
¿Qué hace falta para avanzar y recuperar esos 20 años de retraso?
—De entrada, deberíamos perder el miedo a la palabra raza, al concepto y a todo lo que supone porque en España podemos hablar de todo, y hacer malabares, antes de reconocer que la raza es una construcción que tiene un impacto material real en las personas racializadas. Necesitamos generar una conversación y no pasarlo por el filtro de lo económico, que es el filtro al que estamos acostumbrados.
¿Hay que cambiar el cristal con el que vemos las cosas?
—La construcción de clase la tenemos todos muy clara, y la del género. Pero la raza todavía nos cuesta porque sitúa a las personas que tienen privilegios en una confrontación.
¿En qué sentido?
—En el sentido de que tal vez eso que toda mi vida he ignorado y he pasado por el filtro de la clase, no sea así y me sitúe no en el papel de víctima por cuestión de clase, sino en el papel de victimario en cuestión de raza.
¿El racismo es un problema de salud pública?
—Absolutamente. Con la pandemia se han visto muchas cosas, pero una de ellas ha sido el hecho de que todas las personas estamos conectadas, aunque haya gente que se empeñe en que no sea así. Tenemos que ver qué medidas y prácticas se pueden facilitar para que la salud pública sea universal y real para todo el mundo.
En el curso se habla y cuestiona el concepto eurocéntrico de la salud…
—Sí, debemos cuestionarlo y dejar de ponerlo siempre en el centro de todo para poner otros conceptos en él. Debemos abandonar las claves universalistas que forman parte del concepto europeo de que todo puede definirse para todos, personas y territorios, y las condiciones y circunstancias está demostrado no son equiparables y, por tanto, no pueden aplicarse en todas partes igual. Hablamos de empoderamiento de los otros, pero tal vez hay que elaborar acciones de desapoderamiento de la blanquitud.
15 comentarios
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Y que esperaba esta señora?
Ciudadano ejemplarLos médicos de la sanidad pública perciben su salario de nuestros impuestos. Vea Ud. mis anteriores comentarios.
"tal vez hay que elaborar acciones de desapoderamiento de la blanquitud"... durísimo.
Pretenden que nosotros nos paguemos la sanidad privada. Contribuyamos con nuestros impuestos a la seguridad social, para que la disfruten los que nunca han aportado nada. Es así de real. Pero como aquí tragamos con todo. Y así nos va.
MENORQUIN,1Ya lo hago…. Y Ud. también…. Lo estamos pagando con nuestros impuestos. (De ahí la ironía de mi comentario con los políticos).
La salud se paga por las contribuciones de los que trabajan,los inmigrantes podrían tener derecho a la asistencia urgente ,otra parte la aporta el estado,pero los que no trabajan pero cobran paguitas hacen un uso abusivo de la sanidad,esto si que deberia tener límites,esta sra politiza la sanidad que ya de por si esta muy tocada gracias a los gobiernos de izquierdas,que su intencion es repartir lo que tanto nos costo conseguir.
Si no cotizan como van a exigir
Salud universal no significa que los españoles tengamos que pagar los tratamientos de todo el universo. La inmigración legal tiene todo mi respeto pero el que entra ilegalmente en el país tiene que saber que, por haberse saltado la ley, no tiene los mismos derechos que quien la respeta. Si no, el efecto llamada de la inmigración ilegal es clarisimo.
Este estúpido buenismo angélico, tan altruista, tan hiper-acogedor, tan generoso (nunca con su propio dinero), tan ecológico, tan sostenible, tan globalizado, es el mayor cáncer social que sufre la actual sociedad occidental. Y como hay mucha gente que no lo ve ni lo quiere ver, al final tendremos lo que nos estamos buscando, la desaparición de nuestro modelo de vida, nuestra cultura y nuestras tradiciones, tras ser definitivamente invadidos, dominados y normalizados según las directrices del Nuevo Orden Mundial, sustituyendo las poblaciones autóctonas de tradición y cultura cristianas, por otras procedentes principalmente de África y Asia (India, Pakistán, Afganistán, Turquía, etc. etc).
PiliPili, los gastos a partir de ahora, correrán a tu costa