En esta ola de calor, las temperaturas nocturnas apenas descienden de los 25 grados | Gemma Andreu

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La lucha por conciliar el sueño en plena ola de calor, cuando las temperaturas nocturnas apenas descienden de los 25 grados, la humedad está por las nubes y no corre el viento, está provocando un inusual incremento del consumo eléctrico en plena noche. En encendido de ventiladores y aparatos de aire acondicionado, también algunos consumos derivados del insomnio, ayudan a explicar que el momento de menor demanda eléctrica del día se elevara en la noche del lunes al martes hasta los 65 megavatios (MW), un diez por ciento más que en la noche anterior y un 23 por ciento más que antes que empezase la ola de calor.

Nunca antes a estas alturas del mes de julio se había registrado una demanda mínima tan elevada (supera la máxima de la mayor parte de meses del año). De hecho, acudiendo al histórico del visor de demanda eléctrica de Red Eléctrica se puede observar la excepcionalidad del dato. El valle de demanda eléctrica solo se había situado en la Isla por encima de los 65 MW durante seis noches, todas ellas en 2022, cinco entre el 13 y el 17 de agosto, cuando se registran los mayores niveles de presión humana sobre la Isla. La otra fue el 25 de julio, también con más gente en el territorio.

La demanda eléctrica también experimentó durante este martes un notable incremento. A falta de conocer el registro de las horas de mayor consumo diario, generalmente a partir de las 20 horas, a las 19 horas la demanda eléctrica ya alcanzaba los 113 MW, un 6,6 por ciento más que el día anterior a la misma hora y y casi un 30 por ciento  por encima que hace dos semanas, cuando la Isla todavía estaba libre de olas de calor.

El apunte

La climatización supone el 60 % de la factura

Aunque asegura que el suministro eléctrico está garantizado, la compañía Endesa hizo este martes un llamamiento para que la población haga un consumo eléctrico responsable.

Asegura que la temperatura recomendada para los aires acondicionados es de 27 grados y que cada grado que se sube incrementa un cinco por ciento el gasto  correspondiente a la climatización, que representa el 60 por ciento del total de la factura eléctrica.