José Ignacio Lluch habló en representación de los homenajeados | Katerina Pu

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Una intervención jocosamente negativa sobre la realidad de la profesión a cargo de uno de los seis abogados homenajeados, José Ignacio Lluch, dio lustre este viernes a la fiesta anual del colectivo insular, en la que se impusieron seis nuevas togas a otros tantos abogados y abogadas, y se hizo entrega a Francisco Castells de la insginia de oro por sus 50 años de profesión.

Con un tanto de ironía, si se quiere, pero lo cierto es que no parece este un buen momento para la abogacía, salpicada por la crisis de la justicia española. Suscribió el presidente del Colegio Balear, Martín Aleñar, que «hay que adaptarse a esta realidad complicada que convierte en crítica la situación de la justicia».

Cuatro nuevas abogadas y dos abogados recibieron la toga e hicieron el juramento | Katerina Pu

Aleñar clamó por la falta de recursos que destina el Estado como causa de la pérdida de eficacia  «y de que el ciudadano deje de confiar en esta justicia». Reclamó un pacto de estado  para que España pueda seguir considerándose un estado de derecho, pero indicó a los nuevos letrados que «la función de la abogacía es defender los derechos de las personas, y eso no ha cambiado».

Francesc Castells, entre Martín Aleñar y Pedro Monjo, con su diploma por 50 años de ejercicio profesional | Katerina Pu

José Ignacio Lluch, en representación del grupo que alcanza el cuarto de siglo de ejercicio, aconsejó a sus colegas noveles que contraten un buen plan de pensiones si no quieren seguir arrastrando la toga a los 85 años, que firmen siempre la hoja de encargo con sus clientes, que les pidan una previsión de fondos y que no regalen sus horas. El letrado ciutadellenc, que arrancó risas en la concurrida sala, definió esta como una profesión «de sufrimiento diario» en los juicios, en las sentencias, en las conclusiones finales, en las reuniones con los clientes y en las tramitaciones comparándola, por ejemplo, con la de bomberos, «que solo sufren cuando van a extinguir un incendio». Más serio, se refirió a la satisfacción por los años trabajados y sugirió a sus compañeros que dediquen todo el tiempo posible a cada caso.

José Lluch, Eulalia Brondo, Juan J. Seguí, Miquel Quetglas, Pablo Maceda y Maria J. Camps, 25 años de profesión | Katerina Pu

Junto a Lluch los otros cinco profesionales que recibieron la insignia de plata son: Miquel Quetglas Villatoro, Eulalia Brondo Petrus, Maria Jesús Camps Orfila, Pablo Maceda de Olives y Juan José Seguí Coll. Los nuevos abogados que realizaron el juramento junto a sus respectivos padrinos: son Julia Gornés Sastre, Juan Izquierdo León, Raquel Lozano Triay, María Gloria Mercadal Gener, Rubén Mondéjar Bobillo y Giselle Quijano Estévez. Como cada año, además,  el Colegio entregó un talón de 2.300 euros a Caritas por su labor solidaria.

El apunte

Castells: «Hemos mejorado pero no la administración no avanza»

Cincuentra años de profesión contemplan a Francisco Castells, homenajeado este viernes por este motivo. «Hemos mejorado porque tenemos muchos más medios como internet, y antes para poner un recurso tenías que ir a Palma o enviar a alguien para este fin», indicaba el veterano letrado. En la actualidad, sin ser el peor momento en ese medio siglo de abogacñí que ha vivido, sí sufre «el retraso en los juzgados, la administración no avanza». Castells defendió a los funcionarios de justicia, «los abogados no entendemos cómo no se les arreglan sus reivindicaciones si se les ha solucioniado a los letrados de justicia y a los jueces».