Carol Cerdà y Sandra Moll, del PSOE a la izquierda; y Maria Jesús Bagur, Pere Fiol y Estefania Moll, del PSM, a la derecha, en el pleno del sábado | Josep Bagur Gomila

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El divorcio absoluto entre PSOE y PSM-Més va más allá del fracaso de su negociación que ha dado la alcaldía al PP. En el relato contradictorio de los hechos aparecen heridas abiertas de un pasado reciente cuando fueron un tenso matrimonio de conveniencia.

PSOE: dice que el PSM esperó un pretexto para no firmar el acuerdo

Sospecha el PSOE que algo extraño ha sucedido para haber perdido la alcaldía de Ciutadella tras haber llegado a aceptar compartirla con el PSM-Més, dos años a cada formación. Incluso insinúa que pudiera existir relación entre el acuerdo de Es Mercadal con el Partido Popular que también dejó sin gobierno al candidato socialista de aquel pueblo. «No vemos claro lo que ha pasado, quizás debiéramos de indagar, hay decisiones que no se explican», afirmaba ayer Sandra Moll, secretaria general del PSOE Ciutadella, pieza clave en la negociación.

Fue la inclusión en el último momento de un segundo cargo de confianza para reforzar Urbanismo, con un jurista de su confianza, sumado al de un arquitecto técnico, también de su confianza, lo que dinamitó el acuerdo. Més se negó a firmar ese documento que recogía las exigencias del PSOE para aceptar que Carol Cerdà y Maria Jesús Bagur se repartieran la alcaldía y dio por finalizada la negociación.

Admite Sandra Moll que añadir ese segundo cargo de confianza in extremis «fue una reflexión final, estimamos que    era necesario también un jurista para desencallar Urbanismo». Añade Moll que ellos podían haberse negado a aceptar pero su reacción fue decir que no firmaban».

El viernes noche había dos documentos listos para plasmar el acuerdo entre las tres formaciones de izquierda. El primero incluía que Ciutadella Endavant apoyaba a Carol Cerdà en la investidura, Sebastià Servera tendría una regiduría y a partir del lunes tratarían el programa. El segundo documento eran las exigencias del PSOE por las que aceptaba la alcaldía compartida. Aceptaron firmar el primero pero no el segundo, «con lo cual pensamos que si firmábamos nosotros el primero, ¿quién nos dice que luego no nos dejan solos al no aceptar nuestras propuestas? Quizás en el fondo lo que no querían es que gobernara el PSOE», destaca la secretaria general. Entienden que no han aceptado «nuestra posición contraria a la suya en la peatonalización de Es Born, parece que es un partido que no acepta que vayas en su contra, algo que no es muy propio de una formación de izquierdas».

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Los dos cargos de confianza, precisa, eran dos figuras técnicas tituladas para desatascar urbanismo y no para un beneficio propio, «y la única forma rápida era esta figura legal que no inventamos nosotros, quizás el PP en otros tiempos la usaba para otras finalidades», incide. Por eso explica que no se trató de una inclusión descabellada y la reacción de Més fue, «un pretexto para no firmar el documento».

PSM culpa de la ruptura al menosprecio de los socialistas

Rechaza de plano PSM-Més que sea su formación la que haya impedido el gobierno progresista en Ciutadella, a pesar de que su modelo de Ayuntamiento no coincide con el del PSOE «porque no ha de ser un lugar para colocar a amigos», indica Oriol Baradad. El hombre fuerte de su partido en las negociaciones, recuerda que priorizaban un gobierno estable con las tres formaciones de izquierda incluidas.

El viernes por la tarde el PSOE expuso sus requisitos para aceptar el 2+2 en la alcaldía: tener la primera tenencia de alcaldía los cuatro años, aumentar una dedicación exclusiva más, hasta nueve, un técnico de confianza en Urbanismo, que los tenientes de alcalde cobraran lo mismo que la alcaldesa y que cada grupo debía coordinar una comisión informativa, expone Baradad. «Pese a no estar en nuestro programa aceptamos firmar el documento por el que los tres grupos entrábamos en el gobierno». A partir del lunes se negociarían los programas, aunque Ciutadella Endavant no garantizaba formar parte del equipo, añade.

Es entonces, cuando el PSOE exige firmar un segundo documento, añade    más tarde un segundo cargo de confianza y deja por escrito las áreas que ellos gestionarán. «Eso dilapida todas las opciones posteriores, son ellos los que escogen los dos cargos en quienes confían, ¿por qué?, y las áreas que quieren». Entiende el portavoz del PSM que ahí hay un menosprecio al resto y que «no podíamos dejarles firmada una carta a los reyes magos, ni seguir cediendo a todo viendo las presiones que recibían de su partido». Recuerda que cuando llegaron a este punto Ciutadella Endavant tampoco estaba de acuerdo.

Por eso destaca que quien se negó a firmar el primer documento que comprometía a las tres formaciones a gobernar «fue el PSOE». Por ejemplo, «no es normal que exigieran el mismo sueldo para las tenencias de alcaldía que la alcaldesa, ni que nos pidieran que nos fiáramos de ellos firmando ese otro documento cuando ellos no se fiaban de nosotros». Está claro, concluye, que «el PSM era el enemigo como ya dijo Carol Cerdà en Es Mercadal».