Los nuevos carteles recuerdan que se trata de una propiedad privada y piden guardar silencio y mantener limpio el entorno. | Gemma Andreu

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La comunidad de propietarios de Binibèquer Vell goza, desde este lunes de la restricción horaria que limita el acceso a la urbanización privada entre las diez de la noche y las diez de la mañana. La medida, que los residentes de esta localidad anunciaron a finales del año pasado, ya es una realidad después de que la propia corporación municipal del Ayuntamiento de Sant Lluís la haya aprobado por unanimidad. «Estamos muy orgullosos», reconoce Oscar Monge, presidente de la asociación de propietarios de Binibèquer Vell, que recuerda que la restricción horaria «es el primer paso para alcanzar la pacificación del Poblado de Pescadores de Binibèquer Vell».

Las 800.000 visitas que se realizan anualmente y la consecuente degradación del entorno, así como la falta de intimidad y silencio a altas horas de la madrugada que vienen denunciando los propietarios desde hace años, llevaron a la asociación que preside Monge a adoptar medidas como la colocación de nuevos carteles informativos de cerámica en toda la urbanización en los que se insiste en la idea de que se trata de una propiedad privada y en los que se ruega que los visitantes guarden silencio, respeten los horarios y mantengan limpio el Poblado.

Sin afectación en zonas públicas

La restricción horaria con la que los vecinos mantendrán el complejo abierto únicamente durante las horas diurnas no impedirá el acceso a zonas demaniales públicas (espacios verdes, tramos del Camí de Cavalls o aparcamientos) ni a áreas que pertenecen a Costas. Es por esto que desde el Ayuntamiento de Sant Lluís consideran que la medida «armoniza el derecho al descanso de los propietarios con el derecho, con una limitación comprensible, de acceso al poblado y de tránsito por sus calles privadas». Una muestra de «sensibilidad» que el presidente de la asociación de propietarios de Binibèquer Vell agradece a la alcaldesa y a toda la junta de gobierno local.

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A la espera de vallas

Si bien la restricción horaria ya es efectiva, la comunidad de propietarios aún está a la espera de recibir las vallas que permitirán cercar Binibèquer Vell. Serán barreras menorquinas de acebuche las que se utilizarán para este fin, probablemente, a partir de septiembre. Antes, la asociación resolverá este imprevisto con la colocación de cuerdas disuasorias. «Si las medidas adoptadas no son respetadas, no descartamos endurecerlas», avisa Oscar Monge.

Objetivos claros

La asociación de propietarios se reserva desde enero los derechos de imagen del Poblado y recientemente ha rechazado la propuesta de una productora de televisión para grabar un reportaje. «No queremos dar más visibilidad a Binibèquer Vell», insiste el presidente de la asociación, que adelanta estar a la espera del Consell insular para formar a los guías turísticos que realizan visitas en la urbanización y unificar la verdadera historia de este icono de Menorca.

Las claves
  1. Aglomeraciones y degradación del Poblado

    Las aglomeraciones en Binibèquer Vell y la consecuente degradación del Poblado, así como la falta de intimidad y silencio a altas horas de la madrugada que denuncian los propietarios desde hace años, les llevaron a adoptar medidas como la restricción horaria.

  2. Abierto de 10 h a 22 h, delimitado por cuerdas

    La urbanización privada permanecerá abierta al público únicamente entre las diez de la mañana y las diez de la noche. A la espera de que la comunidad de propietarios reciba las vallas para cercar el Poblado en septiembre, resolverá este imprevisto con cuerdas disuasorias.

  3. A la espera de que se impartan cursos formativos

    Además del horario limitado de visitas y la colocación de barreras que impedirán el acceso al Poblado, la asociación se reserva los derechos de imagen y está a la espera del Consell insular para formar a los guías turísticos que realizan visitas en la urbanización y unificar la historia real.