«La ayuda no solo se mide con la creación de más plazas residenciales», argumentó la consellera, «las personas mayores con dependencia tienen derecho a elegir la forma en la que quieren envejecer y la manera en la que quieren ser atendidos». Por esa razón, se ha aumentado esa atención en todo el abanico de prestaciones que ofrece la administración pública.
Teleasistencia
El salto más importante se ha registrado en el capítulo de la teleasistencia, que ha pasado de la nada a 1.027 usuarios y en el de la promoción de la autonomía, una prestación que tampoco se ofrecía ocho años atrás y que en enero contaba en Menorca con 457 beneficiarios, según las cifras aportadas ayer por la Conselleria.
El avance de la atención también ofrece cifras llamativas en la ayuda a domicilio, que de acuerdo con esos datos, llegaba entonces a diez usuarios y hoy alcanza a 168 personas.
También se ha duplicado el capítulo de cuidados, que ha pasado en este tiempo de 942 beneficiarios a 2.024, mientras que las plazas en residencias geriátricas ha aumentado con más moderación, antes había 260 y hoy se cuentan 306.
Es precisamente en este campo donde más se está trabajando en la actualidad con las obras en marcha de la residencia geriátrica que se construye en el antiguo cuartel de Santiago en Maó, con más de diez millones de inversión y las proyectadas en Es Migjorn y en Es Castell y la ampliación de la de Sant Lluís.
Fina Santiago, al hacer balance de actividad con motivo del cercano final de esta doble legislatura en la que ha estado al frente de la Conselleria de Asuntos Sociales, reitera que una de las prioridades del Govern balear «es la atención de la dependencia»
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