El conjunto de normas de este plan supone una limitación en las reformas para los propietarios de inmuebles y comerciantes no solo por las restricciones que le dan contenido sino porque, según los profesionales, ya no responde a los criterios de planificación actuales ni resuelve las cuestiones relevantes para conseguir una evolución armónica del centro.
El Ayuntamiento había resuelto hace dos años tramitar una modificación puntual del documento de planificación que regula al detalle la ordenación del conjunto histórico para solucionar aspectos concretos. El trabajo, con un contrato menor, fue ofrecido al arquitecto Enric Taltavull, y este lo aceptó pero condicionado a que se abriera un debate con los colegios profesionales y se incorporaran los cambios que estos propusieran para la modificación de una normativa que ha quedado desfasada, cargada de dudas y falta de concreción para evitar interpretaciones erróneas.
En un sentido similar se pronunció el Colegio de Aparejadores, que ya había indicado la necesidad de modificarlo durante el mandato del alcalde Chiqui de Sintas. Ambos, tanto este como el de Arquitectos, aportaron un análisis del Pepcha cuya vigencia culmina el próximo año. Los dos trabajos coinciden en muchos de sus puntos, especialmente en la necesidad de unificar criterios en cuanto al uso de materiales en las fachadas, toldos, patios interiores y cartelería y, sobre todo, en cuanto a la prevalencia de la normativa a la hora de acometer una obra de mejora o de reforma por la confusión que genera el actual documento en sus áreas histórica y de respeto.
Las quejas de los contratistas hacen referencia a las indefiniciones del plan así como a las dificultades que comporta su aplicación para donar habitabilidad a zonas interiores de patios que no se ven desde el espacio público y que podrían ser tratadas con una mayor flexibilidad para que las casas antiguas puedan mejorar su confort.
No parece que desde entonces el Ayuntamiento haya tomado en consideración ninguna de las numerosas alternativas técnicas propuestas por los dos estamentos colegiales en los trabajos que realizaron al respecto. El de los Aparejadores fue presentado directamente en el departamento de Urbanismo, a instancias del equipo de gobierno, sin que recibiera respuesta, y tampoco la ha tenido el amplio documento que aportaron los arquitectos.
La renuncia de Taltavull
Uno de ellos, Enric Taltavull decidió, finalmente, renunciar a la redacción de la modificación puntual que pretendía el Ayuntamiento al estimar que era insuficiente y no respondía a las verdaderas necesidades del centro histórico de Ciutadella. El arquitecto había ofrecido redactar la revisión completa del Pepcha por el mismo importe que habría recibido de haber aceptado la modificación puntual que quería el Ayuntamiento, 11.500 euros.
En una de las últimas reuniones de la Comisión Municipal de Patrimonio, la presidenta y alcaldesa, Joana Gomila, expuso que la revisión total del Pepcha se tiene que hacer pero que no se podía llevar a cabo mientras se esté tramitando el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Del mismo modo señaló que el contrato adjudicado a Taltavull ya no se podía modificar por las dificultades que implica a nivel de tramitación.
La Comisión de Patrimonio de Ciutadella acordó entonces que mientras no se lleve a cabo la revisión del Pepcha, en cada una de las próximas reuniones se dedicaría un punto del orden del día a modificaciones puntuales del plan para elaborar un libro blanco a tener en cuenta el día que finalmente pueda ser revisado. Este compromiso, no obstante, ya no se cumplió en el siguiente encuentro de los miembros de la comisión.
Las claves
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Diferenciar las zonas histórica y de respeto
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Más permisividad para los patios interiores
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Regular la situación de los cableados
5 comentarios
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Amb això si que som bons, amb això no hi ha qui mos superi, aquest ajuntament son líders mundials amb perdre es temps, i sinò, segur que encarreguen un estudi per demostrar lo contrari... i es problema no tan sols es polític, sa majoria de funcionaris en son es problema...
És lo únic que fan es polítics que hi ha avui en dia dalt la sala, perdre es temps.
I al final, tot perque els turistes facin fotos «cuqui» del nucli antic, pagades de les butxaques privades de cadascun dels seus habitants (cada cop menys), per després només tenir a canvi restriccions i limitacions. Jo no visc del turisme, i encara he de pagar per ell. Si volen imposar com he de tenir ca meva, que al manco proveexin una compensació pagada entre tots aquells que (suposadament) es beneficien de l’aspecte antiquat del nucli antic per atreure els seus clients.
Que una societat toleri aquesta situació totalment inadmisible, diu poc a favor d’ella. Es hora de que es votants de Menorca mos pronunciem a ses urnes, i fer que aquest equip de govern surti per manca de capacitat de gestió. Es dubte és si s’alternativa serà millor. I tenim que recordar que sa democràcia no només s’exercita cada quatre anys quan anam a votar. Tenim es dret i es deure d’exigir excel•lència a n’es política i funcionaris, aquest païs no por continuar així.
Más de lo mismo con este ayuntamiento, no sorprende a nadie ,, ahora en estas elecciones les teníamos Que mandar a casa y q dejen de chupar del bote y por la dejadez , y algunos de los Técnicos del ayuntamiento también por vagos y acomodados