Miquel Company, conseller balear de Fondos Europeos | Gemma Andreu

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Posiblemente sea el conseller mahonés, Miquel Company, el político más interpelado del último año. Superada la pandemia, sobre sus espaldas recae la gestión del maná europeo, los fondos que han de conjuntar reactivación de la economía con la modernización digital y el avance hacia la sostenibilidad. Con este propósito fue reclutado por Francina Armengol y él se muestra satisfecho del camino recorrido a pesar de los reproches de parte del empresariado menorquín, quizás, por la complejidad del proceso que supone alcanzarlos. «Comprendo que tiene una dificultad por la complejidad de la tramitación y que se entienda el mecanismo, el objetivo de unas ayudas que están dirigidas a cuestiones muy concretas, por eso yo trato de ser pedagógico siempre», afirma el conseller.

Menorca ya tiene adjudicados 24,8 millones para proyectos de los fondos europeos.

—Así es pero ya está gestionando ahora unos 50 millones, tanto públicos como privados, licitaciones de Consell, ayuntamientos y también obra pública que gestiona directamente el Govern.

¿No se puede prever todavía la cantidad final para la Isla?

— No, va en función de las convocatorias que van saliendo y los proyectos que se presentan a ellas. Podemos prever el dinero que puede gestionar Balears pero no cuánto llegará. La asignación se hace a través de conferencias sectoriales, por ministerios. De este cálculo prevemos que podemos gestionar 1.500 millones, que serán 2.000 si sumamos los de los fondos estructurales. El Estado está gestionando casi la mitad de los fondos europeos, saca convocatorias cuyos beneficiarios son de toda España, no son ayudas territorializadas. Habrá muchas empresas de Balears que se presentarán y obtendrán ayudas pero no computarán en estos 1.500 millones. Por tanto la asignación de fondos en Balears será brutal.

¿Qué cálculo hay para Menorca?

—Por habitante sale que duplica la asignación de lo que nos tocaría. El cálculo sería un 15 por ciento cuando por el Estatut d’Autonomia nos corresponde un 11, es decir que pueden llegar algo más de 100 millones de euros.

¿Qué valoración hace de la gestión hasta el momento?

—Lo llevamos bien. Pese a las muchas dificultades, Balears, desde 2014 a 2020 en el marco financiero plurianual de fondos europeos gestionó 300 millones, y desde 2020 a 2023, 1.500, más el marco financiero por lo que llegamos a 2.000. En un año se creó una conselleria específica, en un mes una oficina estratégica, en seis meses una estrategia de inversiones y ahora llevamos un año de gestión movilizando el 70 por ciento de los fondos asignados. La mayoría de las licitaciones ya están sacadas y de los fondos europeos de REAC para los impactos de la pandemia ya hemos movilizado un 90 por ciento. Es una pasada. Estoy muy orgulloso porque somos la primera comunidad autónoma en gestión cuando éramos la última, lo que nos demuestra que se está haciendo bien, con transparencia y sin devolver    ni un euro.

¿No todos piensan lo mismo?

—Seguramente hay otros sistemas que yo no conozco pero por lo que veo en otras comunidades y otros países, tampoco. Se está haciendo mejor de lo que se puede hacer aunque no le guste a todo el mundo. El criterio es objetivo en relación a los fondos que han llegado. Van totalmente dirigidos para tipos de empresas y objetivos concretos, y lo mismo para administraciones públicas. La gente ha de saber que no está en nuestra capacidad ni en la de estas otras opiniones modificar el objetivo de estos fondos. Si van para digitalizar aulas de FP, mi obligación es que vayan para eso.

Su discurso contrasta con el que dice que los fondos no llegan a las empresas.

—Dije que era una cuestión técnica, de tempus. Los fondos asignados a lo público vienen a través de asignaciones de conferencias sectoriales para inversiones a través de la ley de contratación pública con licitaciones que son mucho más rápidas.

Es así, pero queda la sensación de que se destinan para proyectos que ya estaban pendientes.

—Rechazo esta afirmación porque lo que se tiene es una planificación. Si, por ejemplo, en 10 años tienes que hacer tantas escuelas u hospitales a medida que la economía y financiación lo permita y de repente te enchufan 300 millones y puedes acortar esta planificación, ¿quién no lo va a hacer?

¿Es decir que se financian proyectos públicos que esperaban su momento y el Govern ha aprovechado el maná europeo?

—Lo asumo como positivo. Quiero que se entienda que los fondos no suponen que a Menorca le den 57 millones para hacer lo que quiera. A esta Isla, para hacer lo que el Estado dice que se tiene que hacer, le asignan 57 millones, que es lo que ha pactado con Europa.

Hasta ahora el Govern admite que el 70 por ciento de los fondos han sido para inversiones públicas y solo el 30 para la empresa privada.

—Es así porque el 30 por ciento es el importe inmovilizado para estas convocatorias. La ley de subvenciones marca la concurrencia competitiva, dice cuál debe ser el destino de los fondos de esas convocatorias. Cuando hay competencia privada has de hacer una convocatoria de subvenciones que no se hace en un día, es más lento.

¿Es decir que una vez finalizadas todas las convocatorias ese porcentaje puede equilibrarse?

—Lo esperamos, incluso diría que este 70-30 es lo que nosotros podemos cuantificar porque corresponde al dinero que recibimos. Pero si pudiéramos cuantificar los fondos que saca directamente el Estado, el porcentaje de la privada sería más alto. La mayoría de convocatorias para industria e innovación del último trimestre de 2022 y principio de este año van para empresas.

¿Sabe cómo transcurre esa distribución en Menorca?

—Lo que sí sé es que en la Isla han llegado 57 millones a través de 38 líneas de actuación o proyectos. Son en su mayoría de inversión pública o fondos al Consell para proyectos como el del puerto de Maó, público pero con un beneficio espectacular para el sector privado.

¿Qué proyectos destaca de los concedidos para Menorca?

—En el ámbito público, el Hospital Verge del Toro, sin duda. También el del puerto de Maó, las líneas a pequeñas y medianas empresas para contratar nuevos perfiles profesionales. Atalis ha recibido 200.000 euros, Rem Experience, con cinco proyectos de 40.000 euros cada uno y pendiente de otros doce proyectos, Autocares Torres, 90.000 euros, entre otras.

¿Pero el ‘Verge del Toro’ ya estaba previsto, proyectado y presupuestado antes de que llegaran los Nextgeneration?

—Que yo sepa no tenía un presupuesto asignado como el que tiene ahora y hace posible la obra.

¿No se habría hecho sin fondos europeos?

—Quizás no tan rápido y poniendo en riesgo otras políticas. Si te dan un fondo para espacios sociosanitarios, ¿qué haces, renuncias porque ya tienes previsto hacerlos? Coges esa financiación extraordinaria y destinas esos 12 millones a otras cosas.

En el foro Menorca se plantearon varios proyectos estelares y ninguno ha prosperado, Smart green, Menorlac, Reserva de Biosfera y ecosistemas emprendedores. ¿Por qué?

­—No es exactamente así. En Menorlac fue el promotor, Quesería Menorquina, quien desistió, ya está bien de poner la pelota en nuestro tejado, serían ellos quienes deberían responder. Smart Green, más que un proyecto era una idea, una visión eléctrica de Menorca que yo considero positiva y que de alguna manera se está acometiendo desde diferentes ópticas. Aquel proyecto planteaba recibir un fondo directo, sin decir ni cuándo ni cómo se distribuiría, mientras que ahora llegan fondos dirigidos a empresas e instituciones para hacer posibles aquellos objetivos.

¿Pequeña empresa Reserva de Biosfera y Ecosistema de emprendedores tecnológicos?

—Algunos ya están recibiendo fondos porque se han presentado a las convocatorias, como el de Morvedra, y otros no pasaban de la idea. Los promotores privados han de hacer proyectos que se generen a partir de esas ideas para presentarse a las convocatorias. En cuanto al de Reserva de Biosfera lo cogimos casi como una cuestión personal. Cada tres meses se les ha hecho un informe de oportunidades para que supieran dónde podían presentar sus diez proyectos. Ninguna otra empresa en Balears ha recibido un informe trimestral.

Por ahí ha venido la ácida crítica del Cercle d’Economia, al señalar que ni están llegando ni responden a los proyectos que se prepararon...

—Hemos mantenido reuniones con responsables de esta asociación AIE (Asociación de Interés Económico) que impulsaba este proyecto, como piden desde el Cercle d’Economía. Por tanto, me ha sorprendido la nota crítica del Cercle, que cuenta con empresarios de esta asociación porque el diálogo ha sido continuo y total tanto con sus integrantes como con los de esta asociación. A ellos se les ha explicado reiteradamente el sistema de la gestión de estos fondos europeos pero dos años después los siguen visualizando de otra forma que no es ni será.

También queda la sensación de que una pime, dada la complejidad de la tramitación, debe invertir miles de euros para que un profesional le haga un proyecto sin tener la seguridad de que se le va a conceder la ayuda…

Si aspiras a tener una ayuda pública grande, algo deberás hacer, digo yo. Tienes unas bases y una convocatoria, considerando que si la legislación española es complicada la europea la multiplica por diez, las garantías son grandes. Si startups y empresas que no tienen ni cinco años de vida están obteniendo 200.000 euros, ¿me vas a decir que cualquier pime de Menorca, si quiere, no tiene capacidad para tirar adelante un proyecto de estos fondos?

Punto de vista

«En 2026 la Isla se verá con un altísimo porcentaje de renovables»

Los fondos europeos, distribuidos en más de 200 convocatorias entre autonómicas y estatales, deben estar asignados durante este año 2023 y los proyectos ejecutados a finales de 2026. Para entonces, apunta el conseller Company, gracias a estas ayudas «Menorca se verá con un porcentaje altísimo de energías renovables».

El conseller precisa que el parque agrisolar de Es Mercadal, por ejemplo, recibe una inyección de 2,6 millones de euros procedentes de los fondos europeos, y en general supone una aceleración del plan de transición energética previsto para 2030.

Además, habrá «empresas más competitivas y digitalizadas, algo importantísimo para la Isla, empresas de coches con más movilidad eléctrica y más servicios públicos esenciales desarrollados». Company mantiene, como ya dijo dos años atrás, que Menorca era la Isla mejor preparada para optar a estos fondos, «aunque ahora las otras han avanzado bastante, pero lo dije porque en 2020 ya nos pusimos a adelantar proyectos y lineas de actuación en el Consell».