La laguna se está salinizando al no entrar agua dulce y las poblaciones de aves están cayendo drásticamente

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La agonía que padece S'Albufera des Grau a causa de la «falta de control en las captaciones de agua dulce», según el GOB, podría tener solución. La entidad ecologista lanzaba el domingo un grito de auxilio con una excursión reivindicativa a través de la que puso sobre la mesa posibles opciones que podrían revertir la salinización de la laguna y la consiguiente pérdida de flora y fauna.     

Por un lado, pone el foco en la Síquia Reial, una fuente ya documentada en el siglo XVI, cuya agua discurría por gravedad por las distintas explotaciones hasta llegar a S'Albufera. No obstante, dejó de verter agua dulce en esta zona húmeda a causa de la apertura de pozos con los que se capta el agua en la cabecera, cerca de Santa Catalina.           

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El delegado de Política Territorial del GOB, Miquel Camps, recuerda que hace una quincena de años, las fincas que se quedaron sin agua interpusieron contenciosos. Y ganaron. Pero nunca se ha resarcido y el agua no ha vuelto a circular, pese a haber un derecho reconocido. Es a partir de esta circunstancia que el GOB pide a la administración que se persone como parte interesada para que el agua discurra de nuevo por esta acequia. «Si había unos derechos jurídicos para que el agua discurriera de nuevo por estas fincas, también podría haberlos para que llegue a S'Albufera». Además, recuerda que el agua es un bien público y para utilizarla deben existir autorizaciones y controles, además, «la legislación exige un caudal ecológico si son aguas que acaban en enclaves de interés». Este es el que reclama. El GOB espera a la aprobación de la ley de Reserva de Biosfera en la que se definirán las competencias en Recursos Hídricos para plantear esta solución a la administración competente.

A corto plazo y como medida de choque, el GOB se fija en la nueva depuradora de Es Mercadal. El agua depurada podría canalizarse desde la EDAR hasta el inicio del torrente próximo a Santa Catalina y desde allí, por gravedad, el agua llegaría hasta la laguna. El GOB estima que serían necesarios unos seis kilómetros de canalización por la ladera de la carretera. Toma como referencia la experiencia de la zona húmeda de Son Saura a la que llega el agua depurada que no absorbe el campo de golf y que «ha evolucionado bien». Esta propuesta ya ha sido planteada tanto al Consell como al Govern y está en proceso de estudio y revisión.