La planta de Maó es la que la que acumula más retrasos en la concesión de citas para pasar la ITV. | Gemma Andreu

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El consejo ejecutivo del Consell resolvió el pasado 10 de octubre imponer una sanción de 9.000 euros a la empresa Tüv Rheiland Certio SL, concesionaria de las plantas de la ITV en Maó y Ciutadella, por incumplimiento de algunos de los puntos que componen la relación contractual iniciada en la primavera de 2018 y vigente hasta el 31 de diciembre del próximo año.

Esta primera sanción, que puede interpretarse más como una advertencia para un servicio que factura al año 1.323.498 euros, se ha visto acompañada por la amenaza explícita a la empresa de una multa coercitiva por un importe de 3.000 euros diarios si no mejora la prestación. La consellera de Movilidad, Montse Morlà, quedó facultada por el mismo consejo ejecutivo para aplicar esta sanción en el caso de que Certio no solventara en el plazo de un mes las demoras crónicas que arrastra para las citas de los vehículos que han de pasar la inspección y que han llegado a ser de dos meses,

A día de ayer todavía la primera hora disponible en la planta de la ITV de Maó era el 16 de enero. El contrato recoge que ha de darse en una semana de tiempo, ha precisado el director insular, Damià Moll, aunque en la práctica el Consell siempre ha aceptado 15 días hasta que el servicio comenzó a colapsarse a principios de año. Por el momento, la consellera no ha decidido imponer esta multa coercitiva diaria.

Reunión para acercar posturas

Responsables de Certio SL, con sede central en Barcelona, han presentado un recurso de alzada a la sanción de 9.000 euros, aunque el trámite no les exime, de momento, de tener que pagarla. Además han solicitado reunirse con el área de Movilidad del Consell el próximo día 16 para tratar sobre el funcionamiento de las plantas que gestionan en la Isla. «Esa es una muestra de buena voluntad por su parte», indica Moll, a la espera de que la empresa pueda plantear alguna solución que agilice la concesión de citas.

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Antes del pasado verano ya se buscó la opción de que la empresa enviara uno o dos inspectores de las otras plantas que explota en Catalunya para reforzar las de Menorca, principalmente la de Maó que es la más saturada, pero no fue posible porque no había disponibilidad. El Consell propuso entonces ampliar horarios y abrir los sábados, algo que se ha venido haciendo en el último mes y medio, quizás como reacción a la multa y a la posibilidad de que esta se magnifique con las sanciones coercitivas.

Dificultad para fichar inspectores

«Comprendemos la dificultad que hay para encontrar inspectores que puedan trabajar aquí», ha señalado el director insular, «pero hay que buscar soluciones que pasan por la ampliación de los horarios. Esta salida, no obstante, ha chocado en ocasiones con la relación laboral de los trabajadores que se han negado a hacer horas extras.

La consellera de Movilidad y el director insular tienen previsto reunirse hoy con los inspectores de la planta de Ciutadella para pulsar su opinión y conocer sus reivindicaciones antes del encuentro que mantendrán la próxima semana con representantes de la empresa.

Falta de mantenimiento

Además de la demora en las citas, el Consell también estima que la concesionaria incumple el contrato en cuanto al mantenimiento de las instalaciones que deja bastante que desear.

Tüv Rheiland Certio SL ganó la licitación del servicio en 2018 con una oferta de 638.000 euros anuales que incrementaba en un 58 % el canon de salida del Consell. El contrato tiene cinco años de duración prorrogable a otros cinco, que difícilmente se extenderá a la vista de la situación, aunque desde Movilidad no se plantean rescindirlo antes de que concluya.

El apunte

Presupuesto de 719.000 € para mejorar las plantas de Maó y Ciutadella

El Consell ha incluido una partida de 719.000 euros para mejorar las instalaciones de las plantas de la ITV en Maó y Ciutadella durante el próximo ejercicio. En ambos casos se trabajará en la adecuación de la estructura de los edificios que las forman. Además en las de Ciutadella se construirá un nuevo foso, que además será dotado de la maquinaria necesaria para que los inspectores trabajen en ese espacio fundamental para la inspección técnica de vehículos. En cuanto a las instalaciones de la planta de Maó se contempla sustituir la maquinaria que ya se considera obsoleta por su uso y el paso de los años.