La conexión de una gran batería a la red eléctrica de Menorca –algo que no tiene precedentes en el sistema español– tendrá un efecto inmediato sobre el mix de generación de la Isla, sus niveles de emisiones contaminantes y los costes de generación para el sistema eléctrico. La existencia de un elemento más integrado a la red de transporte en alta tensión permite al operador del sistema, Red Eléctrica, incrementar de forma muy sustancial la cantidad de energía que envía a través del cable eléctrico submarino Menorca-Mallorca.
Este cable, inaugurado en verano del año 2020, tiene una capacidad máxima de transporte de 100 megavatios (MW); sin embargo, se opera en estos momentos a entre 20 MW y 30 MW. Las razones tienen que ver con la seguridad del suministro y también con el alargamiento de la vida de la infraestructura. Hay que tener en cuenta que el operador debe velar por la estabilidad del sistema. Si opera el cable a una gran potencia corre el riesgo de que las fuentes de generación propia de la Isla no puedan cubrir esa potencia en caso de avería.
Instalar un sistema de almacenamiento de 50 MW aporta tranquilidad al operador a la hora de incrementar la cantidad de energía que se suministra a la Isla por el enlace submarino. Si este deja de funcionar ya no solo tendrá la central de Maó para cubrir la demanda, sino también una batería que puede cubrir al menos parte del consumo eléctrico durante un tiempo determinado. Serán 45 minutos si la batería vuelca a la red a máxima potencia, pero ese tiempo se prolonga si las necesidades son menores, igual que una batería de una bicicleta se agota antes si se activa al máximo.
Más potencia
El delegado de Red Eléctrica en Balears, Eduardo Maynau, explicaba ayer que, cuando se instale la batería, el cable submarino existente se podrá operar a entre 60 MW y 80 MW de potencia, más del doble que ahora. En estos momentos el cable submarino está aportando alrededor del 15 por ciento de la energía que consume Menorca, reduciendo en la misma proporción las necesidades de generación de la central. Con la batería, la aportación del cable superará el 30 por ciento, por lo que la producción de la térmica se reducirá otro 15 por ciento. Los beneficios son medioambientales, con un descenso de las emisiones contaminantes en la central de Maó, una de las más contaminantes de España, y también económicos, con un ahorro estimado de 20 millones de euros al año por el combustible que se dejarán de comprar para su funcionamiento.
5 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Estos políticos con sus cálculos son tan fiables como mi perro delante un donut de chocolate. O sea tenemos una de las centrales más contaminantes de España y en vez de invertir en renovarla simplemente ponemos un almacén que en un corto tiempo queda obsoleto, mientras tenemos los molinos parados los puntos de carga de vehículos estropeados y esta tropa de trileros nos cuentan una milonga que supongo que ya tienen alguien que será el único benificiado
Troll EbusQuiero creer que es que la central de alcudia tiene mayor rendimiento, mayor producción para el mismo coste. A parte de tener mayor capacidad para producir y no estar infrautilizada. Pero todo parecido con la realidad puede ser otro...
La madre del amor hermoso! Esto es el negocio del siglo !y yo con estos pelos.! Esta gente seguro que ha estudiado en colegios de pago. Lo que no entiendo es por qué no llenan el planeta de estas baterias tan guais. Me parece que alguien ha mezclado medicamentos. Digo.
No entiendo las cuentas que echan, ni los supuestos beneficios. Qué pasa, que la energía que viene por el cable submarino es gratis? Que la de la batería también lo será? Que la energía que se genera en la central de Alcudia, por ejemplo, no contamina? Una de dos: o se explican muy mal o nos toman por tontos. O las dos cosas.
Aritmética... 20 millones de ahorro por casi un año que durará el funcionamiento de las baterías de 50 millones hasta que se averíen y cueste más la reparación.